Background Image
Table of Contents Table of Contents
Previous Page  15 / 173 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 15 / 173 Next Page
Page Background

INTRODUCCIÓN. EL RESURGIMIENTO DEL NACIONALISMO

15

El autoritarismo es el entorno más adecuado para la explosión de la

xenofobia, que tan tristemente se expresa en el boicot a la política migra-

toria y de asilo de la Comisión Europea, que ha llevado particularmente a

cabo el grupo de países llamado de Visegrado, algunos de los cuales, sin

embargo, son grandes beneficiarios de los fondos estructurales y de inver-

sión de la UE (un 60 % de la inversión pública polaca nace de esos fondos).

Pero el reparto de la carga que implica para Italia o Grecia la llegada de

millones de personas que piden asilo huyendo de las guerras de Oriente

próximo, no la quieren asumir, vulnerando de paso el Convenio de Ginebra

sobre refugiados.

Además de lo anterior, desde el mundo de la economía, un fenómeno

surge fuera de la Unión que tiene como campeón a Donald Trump: el pro-

teccionismo. Nada hay más alejado de la filosofía comercial comunitaria.

El proteccionismo comercial es una expresión más del nacionalismo

populista, esta vez proveniente del exterior de la UE.

Este conjunto de problemas que acechan a la idea de Europa alienta la

enfermedad que más puede dañarla: la división entre los Estados de la

Unión. La vuelta a la Europa de Westfalia.

Vemos, efectivamente, que, cada vez con mayor intensidad, los Estados

miembros se agrupan en “clubes” por afinidades, que destilan propuestas

diferentes y, en ocasiones, incompatibles, sobre las políticas de la Unión:

económica, exterior, migratoria, etc. Y así, tenemos a los países nórdicos

(Suecia, Finlandia, Dinamarca), a los bálticos (Estonia, Letonia, Lituania), a

los de Visegrado (República Checa, Hungría, Eslovaquia, Polonia), a los

centroeuropeos (Alemania, Austria, Holanda), a los del sur o mediterrá-

neos (Francia, España, Italia, Grecia, Malta, Chipre, Portugal), etc., etc.

Es verdad que existe el otro lado de la moneda. Que es innegable el

deseo de las ciudadanas y ciudadanos europeos de permanecer en la

Unión, y en el euro, y su satisfacción por formar parte del proyecto euro-

peo (más del 70 % como media a favor en la población). Que es también

un hecho que en los países líderes (Alemania y Francia en primer plano,

pero también en España) las fuerzas políticas mayoritarias tienen convic-

ciones europeístas. Que hay indudables avances en las políticas de seguri-

dad y defensa y en cooperación internacional. Que hay consenso en abor-

dar el desafío del

brexit

. Que el Banco Central Europeo es una Institución

poderosa que transmite la seguridad que faltó durante los primeros años

de la crisis. Todo eso es cierto, pero lo es también que el proyecto europeo

desfallecerá si no se afrontan los desafíos de la globalización desde la

atalaya de la Unión Europea, y no desde el estrecho espacio estatal o na-

cional. Es este un ámbito posible para potencias emergentes como China