Patología Neurológica Infantil durante el confinamiento. Guía para familias

16 Los trastornos del espectro autista (TEA) se caracterizan por el déficit en la comunicación e interacción social, con patrones y conductas repetitivas e intereses restringidos. Tiene una mayor prevalencia en varones. La mayoría de los signos y síntomas que se describen en los TEA aparecen entre el primer y segundo año de vida. Es importante hacer una detección temprana para iniciar un tratamiento precoz. • No atiende al nombre a partir del año de edad. • No señala ni hace gestos con 18 meses. • No sigue instrucciones sencillas a los 18 meses. • Retraso o uso anormal del lenguaje aproximadamente entre los 18 y 24 meses. • Ecolalias (repetición de palabras o frases escuchadas previamente). • Problemas para establecer relaciones con sus iguales. Prefiere jugar solo. • Pobre contacto ocular. • Aparición de estereotipias (movimientos repetitivos). • Conductas muy rígidas. • Intereses restringidos (medios de transporte, letras, números…). • Falta de juego simbólico. • Hipersensibilidad o hiposensibilidad a cualquiera de los 5 sentidos (es especialmente frecuente hipersensibilidad a los rui- dos). Ante la presencia de cualquier signo de alarma de TEA se debe consultar con el pediatra de Atención Primaria. Él será el que determine si el niño precisa una valoración por parte del especialista. Pueden ser muy útiles los vídeos caseros para valorar la conducta y el comportamiento del niño en su ambiente habitual, así como la forma de comunicación o el juego que desarrolla. Si el niño realiza cualquier movimiento anormal o repetitivo también debe grabarse. En casos de niños con TEA, pueden aparecer o agravarse alteraciones del comportamiento o trastornos del sueño derivados de la situación de confinamiento. De manera puntual y durante el tiempo que se prolongue el confinamiento, se pueden administrar fár- macos que son seguros y eficaces en el tratamiento de este tipo de patologías. En caso de precisarlo, deberían consultar previamente con su médico. También es recomendable consultar ante la aparición de nueva sintomatología. Se recomienda una valoración preferente en el caso de presentar una regresión a nivel del desarrollo social o del lenguaje. También cuando aparecen movimientos anormales y alteraciones del comportamiento graves. En casos de sospecha de TEA, es fundamental iniciar el tratamiento cuando antes para favorecer al máximo el desarrollo del niño. Dado que, durante el confinamiento, no es posible acudir a los centros de terapia sería recomendable iniciar la estimulación en el domicilio. • Favorecer el contacto ocular. • Dar instrucciones sencillas. • Favorecer el juego en grupo, tratar de utilizar juegos o juguetes que precisen de la interacción entre al menos dos personas. • Ayudarle y enseñarle a utilizar los juguetes, por ejemplo, hacer juegos imaginativos con muñecos (darles de comer, peinarlos, vestirlos, hacer una fiesta de cumpleaños…). • Enseñarle a reconocer las emociones, por ejemplo, a través de expresiones faciales. • Enseñarle a señalar, por ejemplo, con las partes del cuerpo o con animales en un libro. Pautas para la estimulación del lenguaje: • Evitar el uso de chupete, al menos en los mayores de 2 años. • Hablar correctamente al niño, tratando de evitar el lenguaje infantilizado. Se deben utilizar frases simples, cortas, bien es- tructuradas y articuladas. • Potenciar los intercambios comunicativos con el niño, buscar su contacto visual, utilizar caras expresivas y sonrientes, acom- pañar el lenguaje verbal de la comunicación no verbal. Intentar dedicarle al menos 30 minutos al día.

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