El Estado de la Unión Europea - El Parlamento Europeo ante unas elecciones trascendentales
EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA 144 2. Hacia la unión federal europea – Es necesario completar el camino de la construcción de una unión po- lítica iniciado en el Tratado de Maastricht, refundando la UE sobre ba- ses federales, para que realmente pueda cumplir con su principal obje- tivo que es mejorar la vida de los europeos. Para ello, será necesario reformar el marco institucional de la Unión siguiendo los principios de máxima participación y de claridad en cuanto a los objetivos (más de- mocracia, más integración política, más eficacia, más equidad) y en cuanto al reparto de competencias entre las instituciones. – La clave del sistema federal es el equilibrio entre la representación de los territorios y la de los ciudadanos, representada –respectivamente– por el método intergubernamental y el método comunitario. Este equi- librio está descompensado actualmente a favor del primero y solo pue- de ser restablecido reforzando la independencia y las competencias de las instituciones que surgen del sufragio de los europeos en su conjun- to: Parlamento Europeo y Comisión Europea. El Consejo Europeo debe ejercer la función de un jefe de Estado colectivo, y el Consejo el de cámara alta al modo del Senado en los Estados federales. – El Parlamento Europeo debe ser elegido simultáneamente en todos los Estados miembros, con un mismo sistema y con la admisión de listas transnacionales. La cámara debe ser dotada de iniciativa legislativa ple- na y de poder de codecisión (con el Consejo) en todos los asuntos, también en los de carácter económico (incluidos los relativos a impues- tos), así como en los acuerdos internacionales en el marco de la PESC. Debería dotársele también del poder de realizar una moción de censu- ra constructiva sobre el presidente de la Comisión, por mayoría abso- luta. Y, finalmente, necesita un procedimiento de votación para los asuntos relativos al euro –similar al del Ecofin–, que garantice una ma- yoría de los Estados miembros que tienen la moneda única, incluso aunque los debates se extiendan a todo el Parlamento Europeo. – La Comisión Europea debe ser el único poder ejecutivo de la Unión, excepto en aquellos asuntos explícitamente reservados al Consejo Europeo, que deben restringirse. El presidente debe poder elegir a los comisarios y formar una Comisión que tenga una orientación política de acuerdo con los apoyos con los que cuente en el Parlamento, iden- tificable por los ciudadanos. El presupuesto –que debería ser aumenta- do progresivamente hasta un 5% del PIB de la Unión– ha de provenir de impuestos europeos y no de los Estados miembros, para garantizar la independencia de la Comisión y la equidad de sus políticas.
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