El Estado de la Unión Europea - El Parlamento Europeo ante unas elecciones trascendentales

EMMANUEL MACRON: EL FIN DE UNA EXCEPCIÓN 37 En realidad, el programa europeo de Emmanuel Macron se deteriora enormemente en menos de 18 meses. Los factores de este debili- tamiento son múltiples. El primero de ellos reside, sin duda, en el hecho de que París se queda mu- cho tiempo sin socio estable y sólido del otro lado del Rin, donde cuesta construir la nueva coalición de gobierno. El segundo es que dicho socio se muestra particularmente parco en concesiones: serán necesarios meses para obtener de Ángela Merkel, en el encuentro de Meseberg en junio de 2018, un tímido compromiso sobre la cuestión del presupuesto de la zona euro, de la que el Gobierno francés había hecho una condición im- portante… Sobre otros asuntos, como el proyec- to de impuesto europeo GAFA del que el ejecuti- vo francés es el motor, el socio alemán termina incluso por desentenderse, temiendo sin duda que una medida así acarree represalias comercia- les por parte de una administración Trump muy propensa al proteccionismo. Finalmente, mientras las opiniones públicas europeas comienzan a preocuparse por la crisis migratoria bajo la presión de las formaciones populistas, los proyectos de agencia de asilo europea que el presidente francés había esbozado en su discurso de La Sorbona pa- recen especialmente mal encaminados. Mientras que la Unión Social Cristiana (CSU) pone en aprie- tos a Ángela Merkel desde su propia mayoría, los italianos llevan al poder a una coalición heterogé- nea en la que la extrema derecha deMatteo Salvini va a desencadenar espectaculares enfrentamien- tos con París sobre la cuestión de los solicitantes de asilo que llegan por mar desde Libia. Las cum- bres europeas que se suceden son entonces la ocasión de salvar lo esencial, mal que bien, más que avanzar en el camino de esta nueva Europa que anhela el presidente francés. A fin de cuentas, el balance europeo de Emmanuel Macron después de 20 meses de presidencia sigue siendo débil, sobre todo en cuanto al nivel de las ambiciones que había anunciado en su campaña electoral y al día si- guiente de su entrada en funciones. El final del estado de gracia A ese balance decepcionante hay que añadir, a partir del verano de 2018, un debilitamiento in- terior del presidente francés. El caso Benalla merma la imagen de un jefe del Estado conside- rado, hasta ese momento, como bastante ejem- plar. Dicho caso lleva el nombre de un miembro de la seguridad del presidente descubierto gol- peando a un manifestante en París el 1 de mayo y haciéndose pasar por un miembro de las fuer- zas del orden. En vez de despedir rápidamente a esa persona, los servicios del Elíseo se limitan a infligirle una sanción y una suspensión tempo- ral. Ante las polémicas suscitadas por el caso, Alexandre Benalla acaba siendo despedido, pero ese expediente sufrirá todavía numerosas peripecias, hasta tal punto que algunos empie- zan a hablar de “asunto de Estado”, lo cual es, sin duda, muy exagerado. En cualquier caso, esto le cuesta varios puntos de popularidad a Emmanuel Macron en las encuestas de opinión. Pero es sobre todo el movimiento de los “chalecos amarillos” el que va a afectar dura- mente a su cota de confianza y modificar su agenda. Fruto de una protesta contra el aumen- to coyuntural de los precios de la gasolina y, en particular, de su componente fiscal (en particu- lar la subida de la “tasa carbono”), ese movi- miento muy atípico se ha instalado rápidamente en la duración y ha ampliado sus reivindicacio- nes a temas más generales: el poder adquisitivo, la equidad fiscal, la democracia participativa… Las movilizaciones en las ciudades y alrededor de los puntos de bloqueo de la red de carrete- ras, todos los sábados desde el 17 de noviembre

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