El Estado de la Unión Europea - El Parlamento Europeo ante unas elecciones trascendentales

EMMANUEL MACRON: EL FIN DE UNA EXCEPCIÓN 39 puntos! 4 . El Gobierno registra, por su parte, un retroceso de 8 puntos, y el primer ministro de 11 puntos. Las palabras que vienen a la cabeza de los encuestados para caracterizar su estado de ánimo son “desánimo” (32 %), “morosidad” (31 %) y “desconfianza” (29 %). Estos resulta- dos parecen marcar el final de la excepción de la formación En Marche ! en el paisaje político na- cional francés, y el final de la excepción francesa en el paisaje internacional. El presidente y sus partidarios personifican hoy en día una clase po- lítica de la que habían procurado desmarcarse hasta entonces y con la que los franceses son extremadamente críticos. Y en el escenario eu- ropeo e internacional, Francia ya no parece ser una excepción al crecimiento rápido y preocu- pante de la ola populista. Una elección europea con grandes riesgos Por todo ello, Emmanuel Macron corre el riesgo de abordar la campaña para las elecciones euro- peas desde una posición muy incómoda. De he- cho, es probable que numerosos votantes utilicen su papeleta para pronunciarse sobre la política del Gobierno en sus dos primeros años de ejercicio y que se preocupen bastante poco de los retos pro- piamente europeos del momento. Pero, lo quera- mos o no, su elección tendrá consecuencias direc- tas sobre la composición y el color del Parlamento Europeo. Y ahí es donde aparece una segunda dificultad para el presidente francés. Porque como se han declarado “de izquier- da y de derecha”, los representantes electos del movimiento La República en Marcha no podrán 4  SciencesPo. En qu(o)i les Français ont-ils confiance aujour- d’hui ? , Sciences Po, Opinionway, 2019. Disponible en: https://www.sciencespo.fr/cevipof/sites/sciencespo.fr.cevi- pof/files/CEVIPOF_confiance_vague10-1.pdf unirse a las filas del Partido Popular Europeo, ni a las de los socialdemócratas. Los intentos por instaurar una división de progresistas frente a nacionalistas en Francia y la división Macron frente a Orban en Europa no han permitido “fracturar” verdaderamente el campo conser- vador, con lo que a día de hoy no han encontra- do muchos aliados nuevos a su derecha. La ten- tación de exportar a escala europea la estrategia de superación de la división izquierda-derecha que le ha permitido ganar las elecciones presi- denciales y legislativas en Francia en 2017 pare- ce complicado. Lo más probable es que sus se- guidores elegidos en el Parlamento Europeo en mayo próximo deberán unirse a un grupo liberal que podría ser bastante heterogéneo y pesar de forma muy moderada sobre los equilibrios de la asamblea, incluso en la hipótesis en la que los liberales fuesen necesarios para la formación de una coalición mayoritaria. Sin embargo, la fractura entre progresistas y populistas corre el riesgo de imponerse por ella misma en mayo que viene a nivel hexagonal, pero a costa de sus principales precursores y para ale- gría de la Agrupación Nacional (ex Frente Nacional, extrema derecha) de Marine Le Pen que no deja de enfrentar a los partidos que han podido acce- der a formar Gobierno. En el estado actual de las encuestas, es, de hecho, esta formación, la que se beneficia del desorden y las protestas generados por los “chalecos amarillos”. En comparación, ni Los Republicanos (la derecha conservadora del Gobierno), ni el Partido Socialista, ni siquiera la Francia Insumisa (el movimiento populista de iz- quierda radical) salen bien parados, al contrario. En esas condiciones, las elecciones del próximo mes de mayo corren el riesgo de parecerse a un partido entre unos seguidores debilitados y unos nacionalistas revitalizados por los recientes movi- mientos de protesta, un partido apenas alterado por los ecologistas.

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