El Estado de la Unión Europea - El Parlamento Europeo ante unas elecciones trascendentales

2018, UN AÑO DE LENTO PROGRESO EN LA REFORMA DEL ÁREA EURO 79 Sin embargo, estas medidas se tomaron, por lo general, en situaciones de tensión financiera y, si bien supusieron un cambio de relevancia en la arquitectura del área euro, no eran el reflejo de una reflexión sobre la forma que debía tener el área euro a medio plazo. Un ejemplo claro de cómo las medidas fun- damentales se tomaron fuera de canales esta- blecidos es, precisamente, el camino por el que el BCE acabó creando las OMT, el discurso de Draghi de julio de 2012, en el que, al expresar el compromiso con la unión monetaria, disipó las dudas sobre una posible ruptura. El anuncio de Draghi se produjo de una manera particular. No se produjo en un comunicado tras una reu- nión del Consejo de Gobierno del BCE, órgano que toma las decisiones de política monetaria. Draghi lo anunció en un discurso frente a inver- sores privados en Londres. El grado de conoci- miento y de consentimiento del resto de miem- bros del Consejo de Gobierno es desconocido (existiendo informaciones directamente contra- dictorias al respecto). Sin embargo, se puede inferir que en el momento del discurso la hoja de ruta que debía seguir el BCE eran objeto de divergencias profundas entre los países miem- bros: las medidas que respaldaron el discurso de Draghi finalmente se aprobaron por el Consejo de Gobierno, sin unanimidad, en octubre de 2012, tres meses después del discurso. Las medidas de 2018: el punto de partida La medida que puso fin a los temores de ruptu- ra del euro se aprobó, por tanto, de manera no convencional. Si la arquitectura del euro estuvie- se completa, los mecanismos para preservar la unión monetaria emanarían de las estructuras y procedimientos preexistentes. Es por ello por lo que, a medida que la recuperación económica progresaba, los países miembros consideraron necesario acordar una reforma de calado, que garantizase que la integridad del área moneta- ria no dependía de iniciativas particulares, sino que estaba en el centro de la acción de la unión monetaria. Sin embargo, las divergencias de diagnóstico y de visión sobre el área monetaria mencionadas anteriormente dificultaban la toma de decisio- nes. En este contexto, el documento elaborado por la Comisión Europea en diciembre de 2017 supuso un hito, ya que mostraba el camino a seguir para profundizar el área euro. Se trataba de una hoja de ruta, con elementos que debía permitir el acercamiento de posturas entre los Estados miembros. Se convierte también en una barrar para medir, ex post , los avances efectiva- mente implementados en 2018. Para la Comisión, la reforma del área euro debía actuar sobre distintos frentes. En primer lugar, el área euro debía avanzar hacia una unión financiera. Esta unión financiera consistía en una mejora de la unión del merca- dor de capitales y la unión bancaria. Para poder realizar estos avances, según el planteamiento de la Comisión, a lo largo de 2018 se debían adoptar decisiones encaminadas hacia la reduc- ción de riesgo de las entidades financieras, como la reducción del volumen de activos improducti- vos y de las tenencias de deuda soberana del país doméstico. Asimismo, se debía acordar la implementación del fondo de resolución único a nivel europeo. Adicionalmente, tras la adopción de los dos primeros pilares de la unión bancaria en años anteriores (el mecanismo único de reso- lución y el mecanismo único de supervisión), en 2018 se debía aprobar la creación del fondo eu- ropeo de garantía de depósitos, el último gran pilar de la unión bancaria. Este fondo debería permitir que las entida- des nacionales tuviesen la posibilidad de recurrir

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