El Estado de la Unión Europea - El Parlamento Europeo ante unas elecciones trascendentales
EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA 98 Migraciones Seguras, Ordenadas y Regulares (en adelante, Pacto Global de Migraciones) adoptó en Marrakech, el pasado 11 de diciembre de 2018, el primer acuerdo intergubernamental. En todo el mundo hay actualmente 257 millones de personas migrantes, esto es, el 3,4 % de la po- blación mundial. Frente a esta realidad, el Pacto Global de Migraciones supone un acuerdo histó- rico, que representa el primer consenso global, intergubernamental, mediante el cual la comu- nidad internacional trata de ofrecer, de forma integral, omnicomprensiva y basada en el respe- to de los derechos humanos, una respuesta coordinada a todas las dimensiones relacionadas con las migraciones internacionales. El pacto se basa en los principios de respon- sabilidad compartida y de cooperación interna- cional, así como en el respeto de la soberanía nacional en materia de política y gestión migra- toria. Igualmente, se encuentra alineado con la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, y la protección de los derechos humanos de las per- sonas en situación más vulnerables. Por otro lado, el pacto prevé el establecimiento de un mecanismo de seguimiento al cumplimiento de los compromisos acordados, a comenzar a partir del próximo año 2022. El Pacto de Marrakech contempla veintitrés objetivos que, de acuerdo con la temática, se pueden estructurar en los siguientes bloques: información adecuada, minimización de los fac- tores adversos estructurales, vías legales y pro- tección efectiva, acceso a servicios básicos, de- sarrollo sostenible, lucha contra el tráfico y la trata y limitar el uso de la detención. Finalmente, se estableció un último objetivo trasversal con el fin de fortalecer las alianzas mundiales entre los actores implicados para el cumplimiento de los anteriores objetivos. Para ello se contempla la recopilación y utili- zación de información exacta que garantice la seguridad jurídica en la gestión de las migracio- nes. Pretende fomentar las vías regulares de mi- gración y su flexibilidad, garantizando un ade- cuado salvamento de vidas y mejorando los mecanismos de protección y asistencia, refor- zando así la lucha coordinada contra el tráfico de personas migrantes y la trata de personas. Pretende garantizar el acceso de las personas migrantes a los servicios sociales básicos, inclui- do el trabajo decente y el desarrollo de capaci- dades, eliminando toda forma de discriminación y fomentando la plena inclusión y cohesión so- cial. Por otro lado, el pacto apela a la responsa- bilidad de los Estados en su contribución al de- sarrollo sostenible en todos los países, incluidos los países de origen y tránsito de las personas migrantes. Por último, insta a utilizar la deten- ción de personas migrantes solo como último recurso, buscando siempre otras alternativas y a facilitar el regreso y la readmisión en condicio- nes de seguridad y dignidad. Su implementación es ambiciosa, si bien, pese a que este Pacto de Marrakech no es vin- culante, representa un buen punto de partida para fijar un marco mínimo de cooperación multilateral, responsabilidad compartida y soli- daridad entre los Estados firmantes. Por otro lado, hay que ser conscientes de que el hecho de que no todos los Estados de la comunidad internacional hayan suscrito el pacto supone una debilidad para este, a la espera que aque- llos que no lo han firmado por el momento pue- dan adherirse a él próximamente. Por consiguiente, ha de valorarse positiva- mente el apoyo del Gobierno español al pacto y el anuncio de un Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración y de un Fondo Estatal de Integración (aún pendientes de concretar), así como la denuncia contundente ante el auge de discursos xenófobos, cada vez más presentes en la política europea.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTAwMjkz