EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Europa en un periodo de transición

¿CÓMO MEJORAR LA PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL ORGANIZADA Y LOS CIUDADANOS… 33 que, como se verá a continuación, se han dado impor- tantes avances federales que habrán de consolidarse en el proyecto europeo a través de la CoFoE. La iniciativa, por tanto, de convocar una Conferencia sobre el Futuro de Europa consiste en un instrumento diferente al de la Convención europea que surge a partir de la Declaración de Laeken y se desarrolla a lo largo de 2002 y 2003. Hasta poner en marcha el sistema de las convenciones, las reformas de los tratados de la Unión Europea se establecían a través de conferencias intergu- bernamentales que estaban reservadas para los repre- sentantes de los Gobiernos de los Estados miembros y, especialmente, para los ministros de Asuntos Exteriores, que eran quienes proponían la reforma de los tratados. Así, en el año 1986, se produce la aprobación del Acta Única Europea, y en 1991, el Tratado de la Unión Euro- pea, también conocido como el Tratado de Maastricht. Posteriormente se aprueba el Tratado de Ámsterdam de 1996 y el Tratado de Niza del año 2000. A partir de la segunda Convención, celebrada en 2002-2003, en la reforma de los tratados van a participar también representantes de las instituciones: Parlamen- to Europeo, Parlamentos nacionales, Comisión Europea y representantes de los Gobiernos nacionales. Es decir, pierden la exclusividad los representantes de los Gobier- nos nacionales. Si bien, posteriormente, se necesitará la aprobación de una Conferencia Intergubernamental. A partir del año 2007, con la aprobación del Tratado de Lisboa, la fórmula de la Convención queda regulada en el Tratado de la Unión Europea en el artículo 48 del mismo. La propuesta de la Conferencia sobre el Futuro de Europa es un paso más y cualitativamente diferente, ya que de lo que se trata es de dar un paso previo a la Convención, donde el objetivo principal es escuchar a los ciudadanos y a la sociedad civil respecto a las me- joras que tanto las políticas como las instituciones y, en su caso, el propio modelo de la Unión Europea deben reformar con objeto de adecuarse a las demandas de los ciudadanos y la sociedad civil. Por lo tanto, no es una preconvención, porque, si así fuese, estaríamos ya dando por hecho que lo que vamos a hacer es reformar los tratados, y estos, actualmente, exigen que se celebre una Convención europea. Por lo tanto, es un mecanismo completamente distin- to, en el que van a estar juntos los representantes de los ciudadanos y de la sociedad civil con los representantes de las instituciones, bien entendido que en pie de igual- dad, como recordó la presidenta de la Comisión Europea en su discurso de investidura ante el Parlamento Europeo el 17 de julio de 2019. La relevancia es enorme, ya que, de alguna forma, se materializa la previsión establecida en el Tratado de la Unión Europea a partir de la reforma de Lisboa en el art��í- culo 11.2, citado previamente, referente a la democracia participativa.Y, sobre todo, se hace, por primera vez, para cuestiones constitucionales, no solo para distintas fases de las propuestas legislativas o de carácter político, sino que aquí se trata de reflexionar de forma colectiva y de hacer propuestas comunes entre los representantes de los ciudadanos y la sociedad civil junto con los represen- tantes de las instituciones. Además, debemos recordar que el proyecto europeo nació de las demandas, reivindicaciones y acciones de la sociedad civil a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando, durante tres años, nacieron y se conso- lidaron un conjunto de organizaciones sociales que rei- vindicaron la necesidad de poner en marcha el proyecto europeo supranacional para evitar nuevos enfrentamien- tos armados entre los europeos. Es decir, la sociedad civil es una parte sustantiva de la construcción europea y, de la misma forma que fue quien impulsó el nacimiento de la construcción europea, deberá tener también un papel fundamental en su reforma. Génesis y desarrollo La necesidad de formalizar el diálogo político en la so- ciedad civil organizada surgió como continuación de las consultas ciudadanas que vinieron desarrollándose des- de 2017 en diversos Estados miembros, especialmente en Francia. Esto se debió en gran medida al impulso del

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