EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Europa en un periodo de transición

EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA 36 La respuesta que durante el año 2020 ha tenido la Unión Europea frente a la COVID-19 ha sido sorprenden- te, inesperada y claramente la expresión de la solidaridad federal. Ello está teniendo un efecto posiblemente de- terminante para el desarrollo de la presente legislatura tanto desde el punto de vista sanitario como, especial- mente, económico, social y político. Concretamente los cuatro condicionantes que van a posibilitar el desarrollo de 2021 y que condicionarán el alcance de la CoFoE son: −− En primer lugar, el Plan de Recuperación y el Fondo NextGenerationEU, que son la expresión más clara de la solidaridad federal en cuanto al hecho de que el reparto de los fondos será en función de las nece- sidades y no con base en una lógica interguberna- mental, al adoptar las tres instituciones la decisión, claramente federal, de un endeudamiento de la UE con un respaldo de los 27 Estados miembros y del conjunto de la Unión. −− En segundo lugar, hay que destacar la casi duplica- ción del marco financiero plurianual 2021-2027 so- bre el anterior (2014-2020), dado que se ha pasado de menos del 1 % del PIB de los Estados miembros a algo más del 1,8 % del PIB. Es decir, que casi se duplica el presupuesto de la Unión Europea para los próximos siete años 2021-2027, lo cual era absolu- tamente impensable hace un año. Es difícil encontrar que una institución o un país doble el presupuesto de un año para otro, y más aún cuando se hace para un periodo de siete años y, por tanto, no es solo un incremento coyuntural. −− En tercer lugar, las decisiones unitarias en torno a la compra y distribución de material sanitario y la aplicación de la vacuna se hace al mismo tiempo en los 27 Estados miembros. La Comisión Europea no tiene competencias para ello, pero los países se las han dado y así seguirá siendo a lo largo del presen- te año, donde ha mejorado de forma sustantiva la confianza entre las instituciones. −− Por último, hay que resaltar la importancia de la deci- sión adoptada en el mes de mayo sobre el certificado COVID-19 digital de la UE, que comenzó a emplearse desde el 1 de julio y que va a facilitar la recuperación de la libre circulación de los ciudadanos europeos, la cual ha estado restringida durante año y medio como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. Esta decisión se ha tomado a través del procedimiento legislativo de urgencia, adoptándose en un tiempo récord, en algo menos de dos meses, bajo la batuta del presidente de la Comisión de Derechos Funda- mentales, Juan Fernando López Aguilar. Estas cuatro medidas, entre otras, que podríamos decir que configuran una federalización silenciosa , con- tinuarán a lo largo de la próxima legislatura y, por lo tanto, condicionarán el desarrollo de la misma en la Unión Europea. Esto va a condicionar el desarrollo de la Conferencia sobre el Futuro de Europa de forma conside- rable, ya que en alguna medida lo que tendrá que hacer la conferencia es ajustar las políticas, las instituciones y, en su caso, los tratados a las innovaciones federales que se han producido en el último año. Hay que entender el nuevo alcance de la conferencia a partir de los avances que se han dado durante el último año que acabamos de explicar y que coincide con el retraso habido en la puesta en marcha de la misma. Precisamente, en estas circunstancias, la conferencia está adquiriendo una nue- va dimensión que es la de consolidar los avances que se han adoptado de hecho a partir de esta federalización silenciosa y, con ello, reforzar las bases jurídicas necesa- rias para llevarlas a cabo. Esta aceleración se ha debido a una emergencia sin precedentes desde hace, al menos, un siglo y, por tanto, a la necesidad de hacerle frente. Ahora se trata de com- pletar el proceso, precisamente utilizando la innovación que supone la conferencia como herramienta para la participación de los ciudadanos y la sociedad civil, de completar este proceso teniendo en cuenta su percepción y sus propuestas. José María Gil-Robles analiza que esta situación puede ser equivalente a la que se produjo como con- secuencia de la Segunda Guerra Mundial, la cual fue el impulso definitivo para poner la construcción europea en marcha. Ahora, el coronavirus parece que está jugando

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