EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Europa en un periodo de transición

¿CÓMO MEJORAR LA PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL ORGANIZADA Y LOS CIUDADANOS… 39 4. La educación, la cultura y el deporte europeos. 5. La inclusión de la igualdad entre hombres y mujeres de manera transversal en todos los ámbitos y políti- cas de la Unión Europea. 6. La mejora de la participación regional, especialmen- te de las nacionalidades y regiones europeas con competencias legislativas y de las regiones ultrape- riféricas, en el marco constitucional y de los tratados europeos. Este contenido, que hemos propuesto nosotros, es muy similar al que indica la Declaración interinstitucional del 10 de marzo, pero, sin embargo, como veremos des- pués, tiene algunas diferencias con el que ha aparecido, posteriormente, el 19 de abril, en la plataforma digital multilingüe. Estos temas de la plataforma resultan más imprecisos que los propuestos por el CFEME o que los de la propia convocatoria original. Los límites de la puesta en marcha Las dificultades que desde el CFEME hemos venido ana- lizando en el libro El debate ciudadano en la Conferencia sobre el Futuro de Europa (Marcial Pons, Madrid, 2020) y en diferentes newsletters son especialmente cinco: a) la sobrerrepresentación de los representantes de las instituciones, ya que se acercan al 70 % del total; b) la participación sui generis de los ciudadanos, mediante la elección de forma aleatoria de los mismos, que no estamos seguros de que vaya a funcionar; c) La poca relevancia de la sociedad civil, como venimos señalando a lo largo de este artículo, que es de un 2 % (aunque se le podría sumar un 6 % más gracias a los 27 representan- tes); d) la ausencia de participación de los jóvenes, que ni siquiera llega a la mitad de su peso demográfico, a pesar de que se señala que han de tener una participación principal; e) la plataforma digital multilingüe, a la cual se ha dado una importancia excesiva, en tanto que favorece la participación individual. Sin embargo, debería ser una herramienta auxiliar que facilitase la participación de la sociedad civil y de las asociaciones. Los resultados del primer pleno de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, también llamado pleno in- augural, del 19 de junio, confirman estas limitaciones, especialmente por tres motivos: el primero es que no hubo participación alguna de los ciudadanos. Los 80 representantes de los ciudadanos previstos no pudie- ron asistir ni presencial ni telemáticamente. Por ello, la ausencia de equilibro entre estos, la sociedad civil y los representantes de las instituciones fue abrumadora. La segunda razón es que solo asistieron, de manera presencial, 250 representantes de los 450 que componen el pleno, y 80 representantes de manera interactiva, de los cuales 26 no pudieron tomar la palabra. Es decir, que participaron un total de 330 y hablaron 120 en sucesivos monólogos. El tercer motivo es que, a nuestro juicio, se insistió, de forma excesiva, en el objetivo de dar participación a los ciudadanos que son indiferentes con el proceso y, para ello, el elemento central es la plataforma multilin- güe. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, habrá que dar participación a todos los ciudadanos europeos y también a los que están vertebrados en la sociedad civil organizada. No podemos olvidar que el Congreso de La Haya no lo hicieron los indiferentes sino los ciudadanos comprometidos. Estas razones son las que me llevaron a defender en el pleno de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, por un lado, la relevancia de la sociedad civil y el papel del Movimiento Europeo cuando dije: “Quiero recordarles el papel que jugó el Movimiento Europeo en La Haya en el 48, allí nace, allí estábamos vascos, catalanes, españo- les…, donde se pone en marcha la sociedad civil europea que es la que va a empujar la construcción europea”.Así mismo, insistí en que en la Conferencia sobre el Futuro de Europa debiéramos de jugar un papel relevante, “por eso en un momento como el presente, en un momento en el que estamos profundizando el proceso, quiero insistir en la importancia de la sociedad civil, en la relevancia de que, de la misma manera que fuimos los que tuvimos la capacidad de poner en marcha el proceso, debemos tener más voz para participar en la reforma de la misma”.

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