EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Europa en un periodo de transición

¿CÓMO MEJORAR LA PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL ORGANIZADA Y LOS CIUDADANOS… 41 que será presidida por la presidenta del Foro Europeo de la Juventud (Young European Forum). En noveno lugar, ante la evidencia de que el modelo y la composición actual no han funcionado, se debería permitir que los representantes de la sociedad civil estén también en el comité ejecutivo de la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Por último, entendemos que ha sido un error el que no haya habido ningún pleno en cuatro meses, es decir, desde el 19 de junio hasta el 22 de octubre. Y, sin em- bargo, posteriormente se celebrará uno prácticamente de manera mensual y mal distribuidos. El objetivo es conse- guir una propuesta para que se pueda hacer público el 9 de mayo, antes de las elecciones presidenciales francesas. Sin embargo, no está claro si la conferencia continuará unos meses más después de esta primera propuesta. La conferencia podrá fortalecer el proceso de federalización en marcha Un tema central es el papel de los medios de comunica- ción y de la opinión pública. La Conferencia sobre el Fu- turo de Europa está pasando bastante desapercibida en la opinión pública española. Sin embargo, España es uno de los Estados miembros que más necesita, en la actua- lidad, del apoyo de la Unión Europea y al que, al mismo tiempo, la UE está ayudando más, como se desprende del reparto del Plan de Recuperación, ya que recibimos casi el 20 % del total (en relación con nuestra población o con nuestra renta, nos correspondería menos del 10 %). Es decir, España va a recibir 140 000 millones de los 750 000 millones de euros, además de otras ayudas para frenar el desempleo. El reciente Eurobarómetro especial sobre la Confe- rencia sobre el Futuro de Europa establece que el 71 % de los europeos están a favor de la misma. Este aspecto coincide con la posición española, donde el 70 % de los españoles están a favor. Sin embargo, en la pregunta de si participaría en la CoFoE, solo contestan afirmativamen- te el 41 %, mientras que el 51 % de los europeos parti- ciparía si se les llamase, a pesar de que España suele ser uno de los países más europeístas, y en la UE al menos un cuarto de los Estados es manifiestamente euroescéptico. Estas cifras llaman poderosamente la atención cuan- do somos uno de los países que más se está beneficiando de las decisiones europeas y, por tanto, de los que más necesitamos que la Conferencia sobre el Futuro de Eu- ropa implemente las reformas necesarias para que siga funcionando esta distribución de rentas que consoliden el estado de bienestar europeo y los derechos de los ciudadanos europeos. También es llamativo en este sentido que no se ha trasmitido ni la firma de la Declaración interinstitucio- nal celebrada en Bruselas el 10 de marzo ni tampoco la apertura de la conferencia en Estrasburgo, con gran solemnidad, el 9 de mayo, en el 71 aniversario de la De- claración Schuman, ni la presentación de la conferencia realizada en Lisboa el 16 de junio, ni el primer pleno de la Conferencia sobre el Futuro de Europa celebrado el 19 de junio en Estrasburgo, donde tuve el honor de participar. Por ello, va a tener una enorme importancia el papel de la opinión pública y los medios de comunicación. La so- ciedad civil organizada está en unas condiciones óptimas para poder dinamizar esta participación y que exista un feedback entre los medios de comunicación, la sociedad civil y los ciudadanos que tendrán que retroalimentarse. La conferencia es el inicio del proceso de reforma que, teniendo en cuenta que va a exigir la ampliación de competencias y la reforma del proceso de toma de deci- siones, tal y como señala la Estrategia de Acción Exterior española, recientemente aprobada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, va a implicar que se convoque, tras el fin de la CoFoE en la primavera de 2022, la Convención europea y la Conferencia Intergubernamental. Además, dicha profundización está obedeciendo a los intereses y valores del conjunto de las fuerzas po- líticas españolas, interlocutores sociales e, incluso, co- munidades autónomas donde, en estos grandes temas de profundización, ha existido hasta ahora y sigue exis- tiendo en la actualidad un gran consenso. No debemos olvidar que a este respecto el conjunto de las fuerzas

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