EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Europa en un periodo de transición

EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA 50 van los resultados recabados por el sondeo patrocinado por el ECFR: a la pregunta de “una vez terminada la crisis del coronavirus, ¿cuál, si hubiera alguna, de las siguientes propuestas refleja mejor lo que tiene que cambiar en la UE?”, los ciudadanos contestan que la mayor prioridad debe ser garantizar una respuesta más unificada a las amenazas y desafíos mundiales (42%). Dicho ítem llega primero también en 7 de los 12 países analizados. En el mismo sentido se encuentran los datos del EBS, según el cual un 74% de los ciudadanos europeos quieren que la UE tenga más competencias para gestionar mejor crisis como la del coronavirus. Las cifras más altas se observan en Portugal (96%), Malta (91%), Suecia (90%), Finlandia (89%) e Irlanda (87%). Los temas relacionados con la recuperación econó- mica también ganan terreno. Los ciudadanos europeos señalan que la situación económica sigue siendo una de sus principales preocupaciones (35%), detrás de la salud. Sin embargo, adquiere una relevancia especial al ser la única cuestión que llega entre las tres primeras preocupaciones en todos los Estados miembros. Por su parte, el EBS señala que, cuando preguntados sobre cuá- les tienen que ser las prioridades del Parlamento Euro- peo, los europeos vuelven a colocar a las medidas para luchar contra la pobreza y la exclusión social (39%) y las medidas de apoyo a la economía y la creación de empleo (39%) en segunda y tercera posición respectivamente. La preocupación por la salud sigue ocupando el primer lugar (49%). Visto que la situación económica sigue siendo una de las principales prioridades para los ciudadanos europeos, resultan sumamente interesantes las cifras que avanza el EB94 en cuanto a la opinión de los europeos con respec- to al programa NextGenerationEU. Dicho sondeo avanza que un 55% de los europeos piensa que el programa económico será eficaz para hacer frente a las consecuen- cias económicas de la pandemia. Un 38% piensa que no lo será (un 7% no sabe). De los que responden positi- vamente, 7% dice que será muy eficaz y 48% bastante eficaz. Sin embargo, “no muy eficaz” es la respuesta que más avanza con respecto al EB93, ganando 14 puntos para llegar a un total de 31%. 23 de los 27 Estados miembros registra índices de confianza en el plan superiores o iguales al 50%. Si sumamos los que juzgan que el plan será muy eficaz y bastante eficaz, Malta (83%), Irlanda (77%), Croacia (68%) y Polonia (67%) encabezan la lista de los países más optimistas. La mención muy eficaz no llega nunca a ser mayoritaria, pero oscila entre el 10 y el 15% en 10 países (Malta, Croacia, Polonia, Italia, Chipre, Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia, Austria y Grecia). Mientras tanto, los ciudadanos más pesimistas con respecto a NextGe- nerationEU se encuentran en Alemania (48%), Letonia (47%), Francia (45%) y Finlandia (42%). Es interesante observar los resultados en los auto- denominados Estados ‘frugales’, es decir Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca, a los que se unió Finlandia durante las negociaciones del fondo europeo. En la ma- yoría de estos países, la confianza en NextGenerationEU es superior al 54%; en Países Bajos y Dinamarca, este índice se sitúa incluso por encima del 60%. En cam- bio, los ciudadanos finlandeses parecen alinearse con las posturas más conservadoras de su Gobierno. El país escandinavo registra a la vez la tasa más baja y la cifra más alta de desconfianza en el plan de rescate. Los países que más confían en el plan tampoco se corresponden con los que, según las cifras, más fondos van a recibir. Polonia e Italia sí están entre los 5 Estados miem- bros que juzgan eficaz al plan, con respuestas positivas por encima del 65%. Sorprenden muchísimo los resultados de España, que solo ocupa la 22.ª posición sobre los 23 Estados miembros que juzgan que NextGenerationEU será eficaz. Los encuestados españoles que responden positiva- mente siguen, sin embargo, siendo mayoría con un 52%. Para alcanzar dicha idea de la UE, los ciudadanos europeos son conscientes de que las reformas son nece- sarias. Según el EBS, casi la mitad de entre ellos (47%) está a favor de la UE pero no de la forma en que se ha realizado hasta ahora. El 23% apoya la UE “tal y como se ha realizado hasta ahora”.

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