EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Europa en un periodo de transición

EL FONDO DE RECUPERACIÓN NUEVA GENERACIÓN UE: EL AÑO DE LA PUESTA EN MARCHA 55 cedidos en condiciones muy favorables. Su periodo de ejecución tendrá lugar entre 2021 y 2023. Con el NGEU se pretende maximizar el efecto tractor de las inversiones intentando que por cada euro público se movilicen tres euros privados. En definitiva, el NGEU posibilita que la UE financie, en unas cantidades sin precedentes, las inversiones ne- cesarias para los planes nacionales de recuperación que van a llevar a cabo los Estados miembros. NGEU y la deuda europea: una gran ventaja en las condiciones de financiación para la recuperación El NGEU permite a la Comisión captar dinero en los mercados en unas condiciones muy favorables y asumir unos niveles de deuda muy significativos para financiar los gastos comunes relacionados con la recuperación. No hay que olvidar que la deuda europea goza de una calificación máxima de triple A, lo que hace que los cos- tes de financiación ofrecidos por los mercados sean más ventajosos para muchos Estados miembros. Además, la demanda de bonos europeos está ga- rantizada, ya que constituyen un activo muy atractivo para los inversores internacionales. Algunos autores han señalado que, gracias a este paso, el euro lleva camino de convertirse en una moneda de reserva mundial, en plena competencia con el dólar. En particular, la Comisión llevó a cabo su primera emisión de deuda comunitaria en junio de 2021, cap- tando 20 000 millones de euros del fondo europeo. Esta emisión a diez años, junto con la que ha realizado en el mes de julio, ha conseguido movilizar la nada despre- ciable cantidad de 45 000 millones de euros en bonos a largo plazo. El éxito de la operación ha estado fuera de toda duda, ya que la demanda de los bonos europeos ha sido siete veces superior a la oferta. Por todo lo anterior, la emisión de deuda comunitaria va a ser una medida de enorme transcendencia de cara a hacer viable la recuperación de los Estados miembros. El repago de la deuda común y el establecimiento de impuestos europeos Otro rasgo importante del mecanismo previsto en el NGEU, que lo diferencia de las propuestas de eurobo- nos barajadas anteriormente, es su vinculación con el nuevo presupuesto comunitario. En efecto, ahora es la Comisión la que se endeuda, y lo hace con la garantía del presupuesto comunitario. La cuantía del nuevo presupuesto europeo o marco financiero plurianual (MFP) 2021-2027, aprobado por el acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo de 14 de diciembre de 2020, asciende a 1 074 000 millones de euros. Si unimos a esta cantidad los 750 000 millones de euros procedentes del instrumento de recuperación, llegamos a un paquete económico total cercano a los 1,8 billones de euros. Así mismo, el citado acuerdo interinstitucional inclu- yó una hoja de ruta de cara a una implantación escalona- da de nuevos impuestos europeos. Con estos impuestos se pretende hacer frente a un aumento del techo de recursos propios de la UE con vistas a llevar a cabo el repago de la deuda europea. Para la puesta en marcha de esta medida ha sido necesaria una revisión de la Decisión sobre los recursos propios, norma comunitaria que es- tablece la manera en la que el presupuesto comunitario debe ser financiado. A este respecto, es importante señalar que, de no aprobarse la introducción de nuevos impuestos euro- peos para nutrir el presupuesto comunitario, el repago de la deuda comprometida a causa del NGEU tendría que hacerse mediante un aumento de las contribucio- nes nacionales. Esta circunstancia está sirviendo como incentivo para que algunos de los Estados miembros más reticentes a dar ese salto en materia impositiva, que son a la vez contribuyentes netos al presupuesto, no hayan por el momento opuesto su derecho al veto a las nuevas medidas de carácter tributario. Finalmente, el pasado 27 de mayo se aprobó la revisión de la Decisión sobre los recursos propios tras un proceso de ratificación que no ha estado exento de

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