EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Europa en un periodo de transición

EL DESIGUAL IMPACTO DE LA PANDEMIA: ¿PERSPECTIVAS PARA UNA RECUPERACIÓN DE LA UE CONVERGENTE Y RESILIENTE? 91 de Apoyo Temporal para Mitigar los Riesgos de Desem- pleo en una Emergencia) para garantizar las ayudas a trabajadores en los planes de mantenimiento del empleo. Pero quizá lo que resultó más crucial fue el apoyo del Banco Central Europeo (BCE), fundamentalmente a través de su programa de compras de emergencia frente a la pandemia y las nuevas operaciones de financiación e inyección de liquidez del Eurosistema. Este allanaría el camino para el impulso fiscal de los socios comunitarios al relajar las condiciones de financiación y garantizar la disponibilidad de liquidez suficiente, y evitar así, en úl- tima instancia, la tan temida fragmentación financiera de la eurozona. Todo ello permitió que los Estados miembros desple- garan un amplio conjunto de medidas discrecionales, en apariencia similares, pero que se vieron condicionadas por la diferente capacidad fiscal de cada socio, y ello a pesar de la flexibilidad y el apoyo comunitarios. Los Estados miembros con posiciones fiscales más sólidas, como Alemania o Austria, pudieron proporcionar ayudas directas en mayor medida que otros países, como Italia o España, más golpeados por la crisis y con posiciones fis- cales más débiles, que priorizaron las medidas de liquidez como los avales, puesto que su impacto presupuestario era menor (BCE, 2021). En Alemania, las ayudas directas estuvieron disponibles desde el primer momento para la práctica totalidad de tamaños empresariales, mientras que en países como España no se pusieron en marcha hasta 2021, cuando se constató que la prolongación de la crisis llevaba a una situación insostenible a muchas empresas, sobre todo pymes. En definitiva, las ayudas de los socios comunitarios han sido muy diferentes en tamaño y alcance, sobre todo en cuanto a las ayudas del Estado, en particular a las em- presas, lo que supone un riesgo para el funcionamiento del mercado único y los equilibrios competitivos dentro de la Unión Europea.Todo ello sitúa a los Estados miem- bros en posiciones pospandémicas muy distintas para enfrentar un proceso de recuperación que debería tratar no solo de devolver a las economías y a la sociedad a la situación anterior a la covid-19, sino además hacerlo a un ritmo y de una manera tal que eviten una mayor profundización de las divergencias entre los socios co- munitarios. Un plan para la recuperación: NextGenerationEU Para propiciar la recuperación, el Consejo Europeo de julio de 2020 alcanzó el acuerdo histórico de articular un plan de recuperación económica a escala europea, conocido como NextGenerationEU (NGEU). El plan su- pone un hito en la construcción europea y confirma, una vez más, que las crisis actúan como revulsivo para que la Unión Europea se crezca y dé un salto adelante en su proceso de integración. El plan constituye el instrumento comunitario de po- lítica económica más importante de las últimas décadas, y configura un nuevo esquema de gobernanza que se articula a través de distintos programas y mecanismos, cuyo fin es impulsar inversiones y reformas en los Esta- dos miembros para abordar un doble objetivo. De forma inmediata, lograr la recuperación económica tras la crisis y, en el medio plazo, impulsar y consolidar las reformas estructurales necesarias para lograr un crecimiento soste- nible, integrador y resiliente a largo plazo y apuntalar una economía resistente, neutral en emisiones y avanzada digitalmente, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Es un instrumento europeo de gasto novedoso, tan- to en la cuantía de los fondos que pone a disposición (750 000 millones de euros) como en su instrumentación a través de transferencias —y no solo vía créditos— y en su gobernanza, alineado con el marco financiero plurianual 2021-2027 y el Semestre Europeo. De hecho, el Plan de Recuperación y Resiliencia se integra en el presupuesto a largo plazo de la UE, y se suma a los 1,1 billones del marco financiero plurianual 2021-2027, lo que ofrece un total de 1,84 billones de euros para impul- sar la recuperación y la resiliencia de la Unión. En cuanto a su financiación, contempla la emisión de deuda netamente europea por parte de la Comisión Euro-

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