EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Ante una nueva legislatura europea

EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA 116 presentó el PVE al inicio de su mandato como su gran programa de gobierno para los próximos años. Su alcan- ce, como veremos, va a ir mucho más allá de la presente legislatura. El PVE está plenamente alineado con las metas de descarbonización del Acuerdo de París y asume el cita- do límite de dicho acuerdo en cuanto al aumento de temperaturas. Es más, se marca el objetivo de alcanzar una economía sin emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) antes de 2050, convirtiendo así a la UE en la zona del mundo con plazos de descarbonización más exigentes. El PVE contiene toda una hoja de ruta hacia esta neutralidad climática. Para ello prevé la implantación progresiva de un conjunto de políticas transformadoras que abarcan no solo la reducción de las emisiones de GEI, sino también otras cuestiones muy variadas, aun- que interconectadas y que se refuerzan entre sí, como el suministro de energía limpia a toda la economía, la preservación de la biodiversidad o la economía circular. Incide igualmente en asuntos muy vinculados a la vida cotidiana de los ciudadanos, tales como el consumo de la energía en los hogares, la alimentación, la automoción o la edificación. En el fondo, el PVE contiene una estrategia integral a largo plazo para lograr una transición ecológica de toda la economía, en la que el crecimiento económico esté disociado del uso de los recursos. En este sentido, el PVE va mucho más allá de una política sectorial climática, ya que dispone de un carácter transversal y sus objetivos comprometen a todas las políticas comunitarias, en su dimensión interna y externa. La invasión de Rusia a Ucrania y el aumento con- siguiente de los precios de la energía ha supuesto un incentivo importante para acelerar la aplicación de las políticas del PVE. Se ha evidenciado como nunca la ne- cesidad de que la UE disminuya su dependencia de los combustibles fósiles y adquiera una autonomía estraté- gica en el campo de la energía, especialmente en lo que a la dependencia de las importaciones rusas se refiere. Así lo puso de manifiesto el importante Plan RepowerEU, que ha enfatizado tanto en remplazar rápidamente el gas ruso como en acelerar la transición energética de la UE. En esta misma línea, la Comisión propuso un Plan Industrial del Pacto Verde Europeo en enero 2023 con idea consolidar en la UE una potente industria verde. Con este plan la Comisión pretende poner en marcha en Europa toda una política industrial para la descarbo- nización que garantice la seguridad de suministro de las materias primas necesarias para la transición energética, el despliegue de las tecnologías verdes y su exporta- ción al resto del mundo. Para ello, la Comisión propone toda una serie de medidas con objeto de facilitar que la industria verde europea acceda a la financiación y atraiga las inversiones privadas necesarias para su pleno desarrollo. La Comisión también pretende hacer frente al riesgo de desindustrialización en Europa, ya que otras grandes potencias, como EE. UU, China o Japón, tienen previsto invertir en los próximos años cientos de miles de millo- nes de euros en programas para desarrollar sus propias industrias verdes, en competencia directa con la UE. El paquete “Objetivo 55”, la expresión de la renovada ambición de la UE ante el agravamiento de la emergencia climática A diferencia del citado plan industrial del PVE, varios de cuyos aspectos quedan aún por consensuar entre los Es- tados miembros, una buena parte del paquete legislativo de la Comisión “Objetivo 55” se está ya traduciendo en normativa comunitaria. Este paquete, presentado por la Comisión en julio de 2021, constituye el primer intento de desarrollo legislati- vo del amplio programa contenido en el PVE. De hecho, es la plasmación en propuestas concretas de la mayor ambición que la UE ha adquirido ante el agravamiento de la emergencia climática. Efectivamente, en el marco de la meta general del PVE de alcanzar la neutralidad climática en 2050, el plan