EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Ante una nueva legislatura europea

Perspectiva de las futuras ampliaciones de la Unión 33 instituciones que se crearon en Dayton para lograr un equilibrio pacífico entre los tres “pueblos constituyentes” que conviven en el país: bosnios, croatas y serbios, no funcionan a nivel estatal, sobre todo por la renuencia de los serbobosnios a participar en el gobierno común, ya que en su mayoría prefieren separarse de BiH e integrarse en Serbia como explicamos más arriba al hablar de este último país. Si no lo hacen es por temor a la reacción internacional y, en particular, de la UE. BiH está dividida en dos entidades: La Federación bosniocroata y la República Srpska (RSK), además del Distrito de Brcko, que no pertenece a ninguna de las dos y funciona con total autonomía. Cada una de las entidades tiene presidente, dos vicepresidentes de dis- tinto grupo étnico, primer ministro, Gobierno, un poder legislativo (unicameral en la RSK, bicameral en la Fede- ración), Tribunal Supremo, sistema judicial, Policía, servi- cio de aduanas y servicio postal propios. A todo ello se superponen las instituciones comunes, otro Parlamento bicameral de nivel estatal, en el que cada grupo étnico puede invocar el “interés nacional vital” de su comuni- dad para vetar cualquier ley. La Jefatura del Estado es colegiada y está formada por tres miembros, uno de cada “pueblo constituyente”, que alternan cada ocho meses en la Presidencia, pero tienen que tomar decisiones por consenso. El poder ejecutivo a nivel estatal es ejercido por un Consejo de Ministros, que está dirigido por un presidente y dos vicepresidentes, cada uno representante de uno de los grupos étnicos, la misma fórmula que se usa en el Ministerio de Defensa. Es fácil deducir que este sistema solo puede funcio- nar si existe una voluntad determinante de los grupos étnicos en que funcione, lo que por ahora no es el caso. Una eventual negociación de la UE para la adhesión de BiH se encontraría con que los compromisos adquiridos por el Gobierno estatal podrían no ser aceptados ni im- plementados por las entidades, en especial la RSK. La conclusión es que la integración de BiH en la UE no es posible en las circunstancias actuales, y no lo será hasta que se produzca una verdadera reconciliación entre los tres grupos étnicos que forman el país, y se consolide un sistema político que permita el funcionamiento eficaz del Estado con todas sus prerrogativas, incluyendo la disolución de la OHR y el fin de la misión Eufor Althea, lo que a día de hoy parece todavía lejano. Este de Europa Ucrania solicitó su ingreso en la Unión el día 28 de fe- brero de 2022, cuatro días después del inicio de la in- vasión del país por el ejército ruso. El Consejo Europeo le otorgó el estatus de candidato a la adhesión el 23 de junio, señalando que se decidirán nuevos pasos cuando el candidato cumpla las condiciones especificadas en el dictamen de la Comisión de 17 de junio, que incluyen reformas del poder judicial, lucha contra la corrupción, legislación contra el lavado de dinero y la oligarquía, independencia de los medios de comunicación y ley de protección de las minorías. Es evidente que la decisión de aprobar la candidatura de Ucrania fue una decisión política motivada casi exclu- sivamente por las dolorosas circunstancias que atravesa- ba y atraviesa. Basta constatar que en los seis candidatos que hemos analizado hasta ahora, el tiempo entre su solicitud de ingreso y acceso a la condición de candidato varía entre los 19 meses de Macedonia del Norte y los 12 años de Turquía, con una media de 60 meses, mientras que en el caso de Ucrania no han llegado a transcurrir cuatro meses entre ambos eventos. Esto no quiere decir que no tenga que pasar por el proceso de negociación de 35 capítulos como todos los demás candidatos, que ni siquiera se ha iniciado. Algunos Estados miembros abogan por que este proceso se lleve a cabo también de manera especialmente rápida, mientras otros sostienen que el proceso de adhesión tiene que ser tan completo y riguroso como en los demás casos. La candidatura de Ucrania ha arrastrado también a la de Moldavia, que solicitó su ingreso en la Unión el 3 de marzo de 2022 y recibió su designación de candidato en la misma reunión del Consejo Europeo que Ucrania, el 23 de junio.También en este caso, la decisión sobre los siguientes

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