EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Ante una nueva legislatura europea

EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA 60 so de los objetivos presentados por la PCSD y la poca implicación nacional ha sido las diferencias de visiones sobre lo que debe ser la PCSD, de culturas estratégicas y de intereses entre los EE. MM. y el recelo entre los EE. MM. Por ello, se propone trabajar en la formulación de un enfoque comprehensivo para la PCSD, que sea consensuado por los propios Gobiernos, para que actúe como una “guía de acción” para ser implementada en los siguientes años. Es la Brújula Estratégica, que aunque se aprueba ya comenzada la guerra de Ucrania, responde a la lógica anterior, por lo que la destacamos en este apartado (Consejo de la UE 2022). Su finalidad es promover una cultura estratégica común y un listado de objetivos que comprometa a los EE. MM. y rompa con la brecha entre expectativas y resul- tados. Lo primero se intenta lograr a través del método de elaboración en que, sobre un primer esbozo realizado por expertos, la redacción final es realizada por los EE. MM. para que sea su plan. La segunda intención se pretende a través de la fijación de plazos para la consecución de los hitos y un “robusto” plan de seguimiento y evaluación.Y, en ese momento, se produce la invasión rusa de Ucrania, lo que da un nuevo sentido y finalidad a esa intención inicial y hace que el documento sea levemente reformado en el último momento. Defensa y autonomía estratégica tras la vuelta de la guerra a Europa: ¿un punto de inflexión? La invasión de Rusia a Ucrania el 24 de febrero de 2022 presenta un impacto brutal en el curso de la integración europea contribuyendo al desarrollo de la UE como actor geopolítico (Guinea 2022). Afecta a la concepción de sus políticas, produciéndose una “hobbesianización” de su visión del mundo y de las relaciones internacionales. Impacta en la propia politics de la PESC, desarrollándose dinámicas más supranacionales. Contribuye a una recon- sideración de las políticas con incidencia en el conflicto, produciéndose una “weaponización” de instrumentos económicos y sociales. Y, finalmente, instiga una refor- mulación de toda su estrategia política, poniéndose el objetivo de la autonomía estratégica como vector trans- versal de toda la acción política europea.Y, en esta nueva agenda política global, la defensa va a ser colocada en un lugar principal en la decisión de asumir nuestras res- ponsabilidades en nuestra seguridad y construir la “sobe- ranía europea” (Jefes de Estado y de Gobierno 2022:3). Respecto a la PCSD, la guerra impacta de maneras diferentes en el contexto de seguridad europeo, pre- sentando nuevas demandas para que se desarrolle una Unión de la Defensa. Cambia radicalmente el contexto internacional y europeo de seguridad, demostrando que el marco normativo de la posguerra fría ha quedado in- servible y que existe la posibilidad real de que los Estados de la UE sean agredidos y, dadas sus capacidades, mejor se protegen juntos que por separado. En paralelo a lo an- terior, se pone de manifiesto la vulnerabilidad actual de la UE, que presenta un relevante déficit de capacidades competitivas de hard power y que depende estructural- mente de Estados Unidos para su defensa a través de la OTAN. En tercer lugar, Ucrania también es una muestra de las formas híbridas de conflictividad actual y plantea la necesidad de abordar otras dimensiones de la defensa, como la cíber, la marítima y la espacial. Igualmente, el hecho de que Ucrania sea socio de la UE desde 2014 ha hecho que se le apoye de todas las maneras posibles, y ha incluido de facto a este país en el espacio UE de seguridad, lo que nos obliga a un apoyo político y militar no solo en el marco del conflicto, sino también en el largo plazo (Biscop 2023). El propio y concreto apoyo militar de los EE. MM. a Ucrania, ce- diendo armamento y munición, plantea la necesidad de rellenar los stocks de material militar nacional, lo que permite una modernización y una “europeización” de las capacidades militares nacionales. Y, finalmente, incluso la propia reorganización de la OTAN con su objetivo del Nuevo Modelo de Fuerza supone una oportunidad para una mayor cooperación de los EE. MM., reforzando su interoperabilidad, lo que indirectamente también podría afectar a la PCSD (Biscop 2023).