EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA. Ante una nueva legislatura europea
La defensa europea tras la guerra de Ucrania 61 La toma de conciencia del nuevo entorno geopolítico ha hecho igualmente que las propias posiciones de los EE. MM. en relación a sus políticas de defensa hayan cambiado radicalmente. Así, hay que subrayar, en primer lugar, la decisión de Suecia y Finlandia de integrarse en la OTAN, renunciando a décadas de políticas como po- tencias civiles. Finlandia es ya miembro de la Alianza Atlántica, Suecia espera a que se resuelvan las tensiones con Turquía y obtenga la ratificación de su adhesión por parte de los Parlamentos turco y húngaro. Igualmente, el 1 de junio de 2022, Dinamarca celebraba un refe- réndum en el que preguntaba a su ciudadanía sobre su incorporación a la PCSD renunciando al opting-out de Maastricht. El resultado positivo, respaldado por un 67% de los votantes (Schaart 2022), eliminaba al grupo de los “soberanistas” de la PCSD. Incluso, Irlanda, que también tiene un opting-out formalmente, cada vez participa más activamente en iniciativas comunes de defensa 7 . El conflicto presenta también un impacto en el apo- yo de la opinión pública europea a una defensa común europea, a pesar de que siempre se ha destacado por ser amplio —extendido a todos los EE. MM.— y alto. Así, el Eurobarómetro desarrollado justo un año después de la invasión muestra que un 77% de los que responden están a favor de una política común de seguridad y de- fensa, un 80% respalda la idea de que las compras de equipamiento militar entre EE. MM. estén mejor coordi- nadas y un 69% defiende que la UE necesita reforzar su producción de equipamiento militar (Standard Euroba- rometer 2023). En paralelo, la totalidad de los EE. MM. han reforza- do muy notablemente su gasto en defensa, como con- secuencia de la guerra, siendo Europa con un 13% la región del mundo que más ha aumentado en el último año el presupuesto militar (SIPRI 2023:1). Esto muestra que los EE. MM. han lanzado un proceso, largo y difícil, de reforzamiento de sus capacidades nacionales de de- 7 Este país participa en la AED y en la PESCO, a pesar de su excepción. En la activación del art. 42.7 por Francia en 2015, en que pedía asisten- cia en su lucha contra el terrorismo internacional, también respondió. fensa, lo que resulta esencial para mejorar la habilidad de Europa de asegurar su propia seguridad (Raik, Bloc- kmans et al. 2023:32). Los países europeos, además, han anunciado que expandirán muy notablemente su gasto militar en los próximos 5 a 10 años, lo que también responde a los proyectos multianuales en que se han embarcado (SIPRI 2023:5). Se demuestra así que el objetivo no es solo dedicar más gasto, sino gastar mejor, en proyectos coo- perativos que refuercen la defensa del conjunto. Ejemplo de este giro es Alemania, que ha estipulado expresamen- te que ese reforzamiento de la defensa nacional tiene la finalidad de asegurar la defensa territorial de Europa (Scholz 2023:24). Constatamos así que la guerra y el enemigo común crean una voluntad política que antes no existía. Todo ello conduce a que la UE adopte, apenas tres semanas después del inicio de la guerra, su ambiciosa Agenda de Versalles, donde se propone el objetivo de la autonomía estratégica en tres áreas concretas de vulne- rabilidad visibilizadas por el conflicto: defensa, energía y economía (Jefes de Estado y de Gobierno 2022). En relación a la defensa se plantean una serie de objetivos: (a) aumentar sustancialmente el gasto en defensa, dedi- cando una parte significativa a la inversión, centrándose en las carencias estratégicas detectadas y desarrollando capacidades de defensa de manera colaborativa; (b) crear nuevos incentivos para estimular las inversiones colabo- rativas de los EE. MM. en proyectos conjuntos y la adqui- sición conjunta de capacidades de defensa; (c) aumentar la inversión en las capacidades necesarias para llevar a cabo el abanico completo de misiones y operaciones, en particular elementos de apoyo estratégicos como la ciberseguridad y la conectividad espacial; (d) fomentar las sinergias entre la investigación y la innovación civiles, de defensa y espaciales e invertir en tecnologías críticas y emergentes y en innovación para la seguridad y la de- fensa; (e) adoptar medidas para reforzar y desarrollar la industria de defensa, incluidas las pymes; (f) protegerse frente a la intensificación de la guerra híbrida, reforzan- do la ciberresiliencia, la protección de infraestructuras y
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