Patología Neurológica Infantil durante el confinamiento. Guía para familias

12 El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se caracteriza por presentar síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad que interfieren con la vida familiar social o académica del niño, y que se presentan en los primeros 12 años de vida. Durante estas semanas de confinamiento en casa, va a ser posible observar más directamente la conducta y dificultades de nuestros hijos, detectándose en unos casos síntomas de este trastorno o, en otros, empeorando los síntomas ya conocidos. La infección por coronavirus no supone mayor gravedad en los niños con TDAH, pero el confinamiento sí puede suponer un gran trastorno para ellos. Durante este periodo se puede producir una alteración en las rutinas, con unos horarios más desorganizados, pérdida de contacto con el profesor y con los compañeros y disminución de la actividad física. Todo esto puede producir un aumento de las dificultades de aprendizaje, mayores conflictos relacionados con las actividades académicas y dificultad para controlar la inquie- tud motora y la impulsividad. • Intentar mantener un ambiente familiar lo más estructurado, tranquilo y relajado posible. • Hablar con el niño dando instrucciones claras, asegurándonos de que el niño nos mira y está escuchándonos y que finalmente ha comprendido lo que le hemos dicho. • Evitar dar varias instrucciones a la vez. • Felicitar al niño después de haber realizado la instrucción de forma correcta (refuerzo positivo), con el fin de fijar esa con- ducta en el niño. • Establecer rutinas diarias que le ayuden a organizarse en su día: puede ser útil colocar calendarios y horarios que ayuden a esto. • Hábito de estudio: fijar una rutina de estudio, con un horario regular, por un periodo corto de tiempo y siempre en el mismo sitio, siendo recomendable que sea un lugar tranquilo, lejos de distracciones (pantallas, juguetes, etc.). Sería de ayuda pro- gramar previamente la actividad a realizar ese día, así como los descansos. Si notamos que la atención está disminuyendo, se puede parar y continuar más tarde. • Utilizar una agenda para organizarse y recordar cosas positivas. Intente que en esta agenda no se reflejen aspectos negativos del niño. • Poner en práctica alguna técnica o ejercicio de relajación si es posible (respiración, etc.). En los casos en los que las dificultades de atención o inquietud motora sean problemáticas e interfieran con sus actividades, sería recomendable contactar con el tutor del niño para comentar la situación y contrastar si en el colegio habían notado estos síntomas. Se podría adaptar la educación a distancia mientras esta siga vigente. Posteriormente se podría plantear el estudio por parte del EOEP y la derivación, si es preciso, al neuropediatra. Es importante continuar el tratamiento farmacológico que estuviera instaurado previamente durante el curso escolar, tratando así de evitar más cambios en los niños que pudieran agravar la clínica. Si creen que precisa algún ajuste de la medicación, tanto para aumentar como para disminuir la medicación, es recomendable contac- tar con su médico. En algunos casos, dichos ajustes los podrá realizar su pediatra de Atención Primaria, pero, en otros casos, les indi- carán la necesidad de contactar con su neuropediatra o psiquiatra. También es importante contactar con su médico en los casos en los que aparezcan efectos secundarios relacionados con el inicio de la medicación o con cambios de dosis En los niños con sospecha o diagnóstico de TDAH es importante durante estos meses mantener organización y adaptaciones en cuento a tareas y rutina habitual, con el fin de no agravar la sintomatología, así como mantener el tratamiento habitual. En los casos en los que persista la sospecha, sería recomendable realizar un estudio, pero sabiendo que en estos casos la derivación no es urgente.

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