Patología Neurológica Infantil. Guía para profesores
83 ICTUS Estíbaliz Barredo Pedro de Castro de Castro María Vázquez Introducción Un accidente cerebrovascular o ictus es un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera la función de una determinada región del cerebro. Las neuronas necesitan un aporte constante de oxígeno y azúcar para su funcionamiento habitual, por lo que una irrigación de sangre insuficiente hace que las neuronas mueran rápidamente. El ictus en Pediatría, aunque en comparación con la edad adulta es poco habitual, tiene una frecuencia similar a la de los tumores cerebrales en la edad pediátrica. Es fundamental un diagnóstico precoz para aplicar tratamientos que puedan limitar el daño del cerebro, por lo que el ictus pediátrico es una emergencia médica que debe tratarse en el hospital. Es difícil saber la incidencia real de los ictus en la infancia, pero aproximadamente tiene una incidencia de unos 1,6-2 casos por 100 000 habitantes. El número de niños diagnosticados de ictus está aumentando por diferentes razones: una mayor conciencia social y médica, test diagnósticos más avanzados como la resonancia magnética cerebral (RM), y la mayor supervivencia de los niños a enfermedades serias que ocurren en la infancia (como leucemias o problemas cardiacos), las cuales tienen un riesgo aumentado de ictus. ¿Qué tipos de ictus hay? Hay dos tipos de ictus que pueden ocurrir a cualquier edad: • Ictus isquémico: ocurre por la obstrucción de una arteria que irriga un área del cerebro, con el consiguiente menor suministro de sangre en esa zona distal al bloqueo y un posible daño cerebral subsiguiente. • Ictus hemorrágico: ocurre por la rotura de un vaso sanguíneo dentro del cerebro, lo que con frecuencia produce daño cerebral.
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