Libro blanco de las ACES Pediátricas 2024
Infectología Pediátrica ❚ 171 En países desarrollados como el nuestro, a pesar de disponer de excelentes programas de vacunación que evitan gran parte de las enfermedades transmisibles, las infecciones son, después de los acciden- tes, la segunda causa de morbilidad, consumo de recursos sanitarios y mortalidad infantil. Ello es debido a la creciente complejidad de la Pediatría que origina: • Supervivencia cada vez mayor de pacientes muy vulnerables a la infección que antes fallecían en la infancia: grandes prematuros, inmunodeficientes, niños trasplantados, pacientes oncológicos, niños infectados por VIH, enfermos crónicos… etc. • Avances en la atención de pacientes pediátricos en Unidades de Críticos, Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales, y Servicios Quirúrgicos (cirugía intraútero, cirugía neonatal, trasplantes, cirugía de grandes malformaciones, quemados, etc.), que utilizan técnicas sofisticadas y agresivas que favorecen las infecciones graves y de muy difícil tratamiento. En estas Unidades, es cada vez más necesaria la implantación de programas de optimización antibiótica y prevención de infección nosocomial, que han demostrado una importante disminución de costes, con mejoría evidente de la morbilidad y mortalidad asociada a la infección. Como es lógico estos programas precisan de la figura de un infectólogo pediátrico capacitado y formado en esta Área compleja de capacitación. • Diagnóstico intraútero o perinatal de infecciones graves congénitas, que competen exclusivamente al infectólogo pediátrico experto (citomegalovirus, toxoplasmosis, varicela, herpes, VIH, Chagas, Zika etc.), que, en la actualidad, suponen un desafío en cuanto a tratamiento precoz del binomio gestante-feto para evitar la infección del niño o en caso de infección establecida tratamientos muy sofisticados para conseguir curación o control de la infección crónica. • Enfermedades emergentes debidas a las nuevas formas de vida, costumbres, inmigración, viajes, adopción internacional, cooperación internacional, etc., siendo cada vez más frecuente la nece- sidad de formación específica en enfermedades tropicales pediátricas y patología importada por parte de nuestros infectólogos pediatras. • Necesidad de unidades de consejo al menor viajero internacional y simultáneamente de unidades específicas y acreditadas de vacunación pediátrica internacional (fiebre amarilla, encefalitis, rabia etc.) desarrolladas por infectólogos pediátricos cualificados. • Aparición de nuevas enfermedades infecciosas. • Alertas internacionales en enfermedades infecciosas que afectan a neonatos, lactantes, niños y adolescentes (Ébola, coronavirus, gripe A, SARS, zika, etc.) y que deben ser manejados por los res- ponsables expertos en infectología pediátrica. Alrededor del 60% de las consultas en las urgencias de Pediatría hospitalarias están ocasionadas por patología infecciosa y un porcentaje similar de la hospitalización, tanto mayor cuanto menor es la complejidad hospitalaria. En los hospitales terciarios surgen las complejas patologías infecciosas aso- ciadas a los enfermos crónicos, trasplantados e inmunodeprimidos antes mencionados. Dichas patolo- gías precisan un pediatra excelentemente formado en infectología, que conozca no solo las patologías infecciosas y sus tratamientos, sino que esté familiarizado con la peculiaridad del organismo del niño, su particular respuesta a la infección; las patologías infecciosas más frecuentes en el periodo neonatal y las principales implicaciones de las infecciones congénitas, en lactantes, preescolares, escolares y adolescentes y la farmacocinética y toxicidades de determinados fármacos cuando se utilizan en niños de distintas edades y comorbilidades. Un aspecto más de la especificidad de esta especialidad es la intervención que realiza el pediatra infectólogo, en la adecuación vacunal tanto de menores inmigrantes o adoptados internacionalmente como de niños que van a ser sometidos a trasplante o postransplante o en el curso de una inmunode-
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