LIBRO + ANEXOS MEDICINA INTENSIVA PEDIÁTRICA

Libro Blanco de las ACES Pediátricas 2024 6 ❚ 2. ANÁLISIS DE LA ESPECIALIDAD 2.1. JUSTIFICACIÓN DE LA EXISTENCIA DE LA ESPECIALIDAD La Medicina Intensiva surge para ofrecer a los pacientes en situación crítica, actual o potencial, un tra- tamiento cuya frecuencia de aplicación y requerimientos en personal y tecnología está muy por encima de los ofertados en las áreas de hospitalización convencional y que se aplica a pacientes con diferentes patologías, potencialmente recuperables. La disponibilidad de conocimiento diferenciado y específico, un cuerpo de doctrina científico bien definido, tecnología propia especializada y dedicación exclusiva, justifican la existencia de una especialidad. La complejidad pediátrica actual en ciertos niveles obliga a que pediatras, específicamente acredi- tados, lleven a cabo actuaciones especializadas formativo-asistenciales a determinadas edades y en áreas concretas de diversos aparatos o sistemas del organismo del niño y del adolescente, al empleo de procedimientos asistenciales específicos y a actuaciones singulares en el campo de la Pediatría comunitaria y social (ORDEN SCO/3148/2006, de 20 de septiembre, por la que se aprueba y publica el programa formativo de la especialidad de Pediatría y sus Áreas Específicas). Como consecuencia del desarrollo científico en la medicina pediátrica y al gran avance en la monitori- zación y técnicas, los cuidados intensivos pediátricos se han convertido hoy en día en un área médica específica reconocida en todo el mundo. Debido a su complejidad y al requerimiento de determinadas habilidades se considera actualmente una especialidad en muchos países ya que requiere un alto grado de formación y conocimientos específicos. En los distintos países europeos se reconocen las especialidades pediátricas. Específicamente, la formación en medicina intensiva pediátrica cuenta con una amplia descripción de sus contenidos a nivel europeo. Además, en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá la regulación sobre el acceso a esta especialidad está bien definida. En el año 1980 se fundó la Sociedad Europea de Cuidados intensivos pediátricos y neonatales (ESPNIC) con la intención de colaborar en el progreso científico, tecnológico y social de la especialidad en un entorno europeo. Existe además un amplio conocimiento científico, como lo corroboran diversas revis- tas internacionales especializadas en Cuidados Intensivos Pediátricos ( Pediatric Critical Care , Journal of Pediatric Intensive Care ) y la continua publicación de artículos y temas de revisión específicos en las revistas de mayor impacto. Los Cuidados Intensivos Pediátricos comprenden un conjunto de conocimientos y habilidades con apli- cación que cumple con las condiciones siguientes: • Contenido de conocimientos y habilidades de entidad suficiente añadido a especialidades preexistentes. • Número adecuado de especialistas con dedicación profesional a esa área de conocimientos. • Previsión de inmediata y futura actividad asistencial e interés social. No se basa únicamente en la existencia de un instrumento o de una técnica, sino que requiere un conjunto de habilidades diagnósticas y terapéuticas. • Las competencias del intensivista pediátrico no son adquiridas en la actualidad durante el pro- grama de formación de Pediatría y sus áreas específicas, puesto que representa un incremento significativo de las competencias profesionales exigidas por los programas oficiales de dichas especialidades. • La formación se debe basar en el principio de responsabilidad progresiva y supervisión que rige en la formación especializada.

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