LIBRO + ANEXOS PEDIATRÍA SOCIAL

Pediatría Social ❚ 15 Evaluación formativa: La evaluación formativa tiene lugar a lo largo de todo el proceso formativo y aporta información sobre el nivel de aprendizaje y habilidades que va alcanzando, el método, el ritmo, etc., permitiendo intro- ducir medidas correctoras en dicho proceso. Se utiliza para monitorizar el aprendizaje de los objetivos predefinidos y vinculados a competencias concretas; y para dar retroalimentación continua y construc- tiva al o la residente. También debe que identificar áreas susceptibles de mejora y aportar sugerencias para corregirlas. Los instrumentos de evaluación formativa son, entre otros: • Entrevistas estructuradas periódicas entre tutor y residente, con calendario pactado y para evaluar objetivos concretos, en número no inferior a cuatro por año formativo adaptado a los bloques de contenidos. Las entrevistas se registrarán en el libro del residente. • Realización del libro de residente en forma de portafolio, se irán supervisando los periodos for- mativos, las capacidades y el desarrollo de las actividades. Con este método, es la persona en formación quien dirige su aprendizaje y evaluación, reflexionando sobre su práctica en el contexto; los documentos o pruebas que obtiene pertenecen a la práctica real del desempeño alcanzado y los déficits. En cada periodo se hará una valoración intermedia y al final del proceso se recomienda una valoración general de todo el aprendizaje y capacitación. • Evaluación mediante lista de comprobación ( check list ) realizada por el tutor de una estancia for- mativa concreta que contiene las competencias que el especialista en formación debería haber adquirido en esa rotación concreta. • Evaluación de 360 grados: la realizan personas que tienen relación directa con el o la residente (superiores, colegas, pacientes y sus familiares). • Evaluación clínica objetiva estructurada (ECOE): es una prueba que evalúa las competencias pro- fesionales a lo largo de sucesivas estaciones que simulan situaciones clínicas reales. Su potencia radica en la mezcla de métodos de evaluación que permiten explorar tres de los cuatro niveles de la pirámide de Miller: saber, saber cómo y demostrar cómo. Evaluación sumativa: Tiene como objetivo certificar el nivel del residente al finalizar un determinado periodo de formación (rotación, año, especialidad). Se realiza, por tanto, para medir el nivel de formación alcanzado y acre- ditar las capacidades adquiridas con el fin de garantizar la competencia profesional. La evaluación sumativa permite identificar elementos de mejora docente en relación con el alumnado, a la organización, el proceso formativo, u otros aspectos, e introducir cambios en sucesivas etapas del proceso de aprendizaje. Los instrumentos de la evaluación sumativa son, entre otros: • Exámenes: escritos tipo test, preguntas y respuestas cortas, examen oral tradicional. • Valoración de imágenes dermatológicas, radiológicas, de analíticas y de otras exploraciones y exá- menes complementarios aplicados a las patologías relacionadas con abandono, negligencia, mal- trato, violencia o abuso sexual; y enfermedades derivadas de situaciones de precariedad, riesgo de pobreza, exclusión social, migrantes y refugiados. • Revisiones y cumplimentación de historias clínicas de problemas relacionados con el entorno familiar y social. • Evaluación clínica objetiva estructurada (ECOE). La mayoría de los instrumentos para evaluar sirven con fines sumativos y formativos, según las circunstancias y la finalidad de la evaluación.

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