El cine como instrumento de enseñanza y debate participativo es una herramienta formidable y de éxito asegurado y ya hay multitud de textos que lo utilizan para el cine y el derecho muy especialmente. La originalidad del primer volumen, y este que ahora prologo con placer, que Javier González de Dios ha dedicado al cine y la Pediatría reside en haber puesto la lupa del análisis en el mundo de la infancia provocando un volcado hacia la práctica clínica en el área de la Pediatría. El autor es capaz con brillantez de aliar un muy preciso concepto de por qué escribe con su no menos clara capacidad para entrar en el meollo de las películas o de temas de películas para, sazonándolo con inteligencia e incluso humor, y desde luego extraordinaria humanidad, lograr mostrar un camino didáctico, una vía para que ver o comentar una película alcance una resonancia en el área de la práctica clínica.