Del prólogo del libro por Rodolfo Serrano:

Daniel trae en este libro la sensibilidad del hombre bueno, la ternura de la que -aunque él diga lo contrario- no hay forma de huir.

Esa ternura que corre por las venas de su poesía limpia y brillante.

Leer estos poemas es abrirse a la vida, al mundo tímido y hermoso que llena el alma, al corazón querido de las cosas pequeñas. Leer estos poemas es "caminar por calles / con salida al mar".

Estos versos, este hombre, caminan siempre de cara al mar, a la luz y a la ternura.

El autor lo explica así:

Escribir es dejar registro de la experiencia que se transita.

Este libro desnuda una etapa particularmente dura de mi vida, del entorno y de las personas que le dan sentido.

Esta crisis fue organizada como una guerra donde los ricos han bombardeado a los pobres.

Las instituciones y las personas que las ocupan, han traicionado el encargo que las justifica y las hace dignas, poniéndose al servicio de la ambición más salvaje y despiadada que arrasó con los derechos y la vida digna de millones de personas.

También los sueños más cercanos sufrieron este seísmo, poniendo al sol la grandeza y la miseria que nos hace entrañables o ruines, según hayamos elegido.

Aquí está desnuda la experiencia de volver a los viejos sitios donde amé la vida, al dolor y al fracaso, pero también al optimismo de recuperar la promesa, como riesgo y como posibilidad, de vivir en la ternura, en ese espacio donde estar desnudos es decente, el domicilio que quiero compartir contigo.

Por eso este libro tiene tantas cosas tuyas, tantas cosas nuestras.

Daniel Sánchez