Adelantada a su tiempo María Rosa de Gálvez, dramaturga de la Ilustración, con influencia del Neoclasicismo (factor dominante de la literatura española del XVIII) cuyos planteamientos modernistas, relativos a la cuestión teatral, le granjearon la enemistad de algún contemporáneo suyo, no exento de prejuicios de género. Estrenó con éxito varias de sus obras, en las que hace defensa de la paz y pide abolición de la esclavitud, como La familia a la moda que, prohibida por la Inquisición, tardó en ser estrenada. ¡Es tan fácil dañar la imagen de una mujer!
A pesar de ser la única cuyo nombre aparece en el Catálogo de piezas dramáticas de Moratín, y que tras de su temprana muerte, algunas de sus obras fueron incorporadas a los volúmenes del Teatro Español del XIX, el tiempo dejó de lado su valiosa contribución al género dramático, en un silencio que la hace digna de representar a mujeres tachadas de la memoria, ausentes de enciclopedias, libros de texto...
No ha quedado constancia de su imagen en retrato alguno, ¿tal vez desaparecido?, que incluso se dice, pudo hacer Goya, como a su amiga la condesa de Carpio. Para este libro, realicé ilustraciones de una mujer cuyo rostro no es visible… como símbolo del necesario reconocimiento a todas y cada una de las olvidadas, de muchas de las cuales ya no será posible recuperar noticias. No se deben ahorrar esfuerzos en enriquecer nuestro patrimonio cultural con autoras de ayer, de hoy y de siempre.
Al cumplirse en 2006 el segundo centenario de su muerte, quise promover un homenaje que no pudo llevarse a cabo. Es tiempo de que nuevas generaciones tomen el testigo.