Fernando Lamata nació en Madrid en 1954. A los 3 años sus padres se mudaron a Valencia, y desde allí a Roma, otra vez Madrid, y más tarde Buenos Aires. Fernando volvió a España a estudiar Medicina en Valencia. Después ya casado con Pepa, y con su primer hijo Lucas, fue para Santander a estudiar Psiquiatría. Su segunda hija Ana vió la luz en Cantabria. Allí se metió en política y en gestión sanitaria y volvió a Madrid a trabajar en esta lides. En los últimos dos años vive entre Madrid y Sofía, dirigiendo un proyecto de la Unión Europea en Bulgaria.
Su padre le aficionó al teatro y a la poesía ya de niño. Pero fue un hermano de La Salle, Felipe Villares, quien le enseñó a recitar, con nueve años cumplidos, "La sangre derramada", de Federico García Lorca. Y ya nunca dejó de leer y recitar, siempre que se terciara.
En cuanto a escribir, ha escrito poco, como aquí se verá. Este es su primer libro de poemas, y bien se nota que están escritos a martillazos. Por lo demás, un montón de versos escritos en servilletas y manteles de papel en olvidados bares de tres al cuarto, poemitas en el dorso de tarjetas de visita, bienintencionados versos en las contraportadas de libros regalados, algún poema suelto publicado en alguna parte y, al fin, esa costumbre de escribir un poema como felicitación de Navidad.
Ahora se decide a publicar estas felicitaciones y algunos otros poemas encontrados en sus libretas de colegial.
¡Qué Dios nos perdone!