La caza que nos parió 2ª edición

Carlos Sánchez García-Abad 20 que no me veía yo en una clínica veterinaria, sino más bien en un coto recogiendo datos e intentando explicar el porqué de las cosas. Y así, meses después de la manifestación en Madrid, mi tutor y maestro, Vicente Gaudioso, me comunicó que la Universidad de León me concedía la tan ansiada beca predoc- toral para ser un becario sin fecha clara de caducidad y abor- dar el ingente trabajo de una tesis doctoral, iniciando mi vin- culación con todo este lío, que dura ya cerca de 20 años. La motivación de escribir este ensayo no responde a en- salzar la caza y los cazadores y no tiene por objetivo escribir una revisión científica sobre el tema, pese a mi formación aca- démica. Es cierto que soy un fiel defensor de la contribución medioambiental, social y económica de la caza para los pue- blos y gentes que la practican, pero este escrito no es un pan- fleto propagandístico. Tampoco se trata de una autobiografía, aunque no he podido evitar introducir vivencias y experiencias propias, porque al final lo que uno ha vivido es lo que mejor conoce. Más bien, este manuscrito es un compendio de peque- ñas historias que tienen en común a la caza, reflexiones que me he hecho muchas veces y vivencias que no me gustaría que se perdieran. Ahora que ya cuento con 40 castañas me recorre un extraño sentimiento y yo diría necesidad de recordar y de- jar constancia de personas, lugares, momentos y recuerdos. Solo espero no resultar aburrido y tampoco pedante, que ya está el mundo lleno de charlatanes.

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