CINE Y PEDIATRIA 4

cine y pediatría 4 15 ¿Q ué podría hacer si quisiera promover el aprendizaje de una actitud, evocar los sentimientos y emociones que desencadena una situación, comprender cómo se comporta el ser humano, meterme en la piel de otro? ¿Qué recurso didáctico emplearía para lograrlo: un libro, una consulta con un experto, una película, o los tres a la vez? El lector tiene en sus manos el cuarto “hijo” de la serie Cine y Pediatría , escrito por un pediatra experto, Javier González de Dios, que recomienda películas que tienen como denominador común sus protagonistas, que son niños y adolescentes, el campo de estudio de la Pediatría, con el objetivo de comprender el ámbito biológico y psicosocial en donde se desenvuelven, mejorar la docencia y la humanización de la práctica pediátrica, y disfrutar con su lectura y visionado. Es un libro dirigido a estudiantes de medicina, pediatras en ejercicio y en periodo de formación, y para todo aquel, sin límites de edad ni condición, que se sienta atraído por el cine y desee disfrutar y aprender con él. Un libro que habla de cine como elemento generador de reflexiones, fuente de motivación, transmisor de buenos valores y reflejo de los problemas que acucian a la sociedad, del que el lector extraerá aprendizajes para la vida. En este volumen encontrará historias que describen la maternidad y el parto humanizado [172, 177]; las consecuencias del abandono y otros tipos de maltrato [160, 165, 166, 183]; el miedo y la violencia que generan los conflictos armados [164, 181, 187]; el fanatismo religioso [169, 184, 204]; los efectos devastadores de las familias desestructuradas [182, 186, 193, 201]; los amores imposibles y prohibidos [191, 185]; la lucha y superación contra la adversidad [161, 190]; el desencanto, las contradicciones y el vacío existencial durante la adolescencia [159, 174, 195, 197]; el dolor y el duelo por la muerte de un hijo [198]; la discriminación por un “ Arte y ciencia al más puro estilo humanista “ Prólogo Desde el punto de vista de la Pediatría Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir. Gregorio Marañón (1887-1960)