CINE Y PEDIATRIA 4

publicado: sábado 24 de agosto de 2013 168 Cine y Pediatría [189] Estos son algunos de los monólogos que nos regala la película, en la mayoría de los casos aderezados de imágenes de archivo de conflictos bélicos en el mundo , de violencia explícita que se cuelan en nuestras pantallas del televisor y que si nos hacen daño a los adultos, no es difícil imaginar las consecuencias en los niños.  En uno de los monólogos, Álex nos expone, en clara referencia a lo que comentamos de los niños soldados la semana pasada: “ Me gustaría ya ser un soldado. Como los niños soldados. Cuando los veo en las noticias siento tantos celos. Seguro que se lo pasan en grande. Sin colegio. Sin tener que aguantar profesores todo el día. Sin la mierda que tenemos que aprender. ¡Tienen armas de verdad! ¡Incluso las chicas pueden ser soldados! Hasta les dejan fumar. ¡Tío, qué suerte tienen! Cómo mola. Es una pena que no haya bebés soldados. Porque podría enviar a los gemelos a la otra punta del mundo y no verlos nunca más…” . O esta reflexión, casi final de la película y con carácter de denuncia:  “Me gustaría acabar esta redacción diciéndoos que también quiero ser un soldado para hacer del mundo un lugar mejor. Los mayores han hecho daño a la Tierra y ahora yo debo arreglarlo. Vosotros os comportáis muy mal. Me pedisteis que no me pelee, pero vosotros no paráis de hacerlo. Me pedisteis mantener el planeta limpio, ¿y vosotros qué? Hacéis cosas por las que me castigaríais. Me decís que no deje nada en el plato, pero siempre

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