CINE Y PEDIATRIA 4

cine y pediatría 4 19 U n paisano y colega inteligente, sensible y culto: no es fácil encontrar estas características en una misma persona. Javier González de Dios reúne las tres y otras muchas más, que serán contadas en otra ocasión. ¿Cómo me iba a negar aceptar realizar esta pequeña colaboración? La aventura de hacer el prólogo me sedujo: yo realizaba el prólogo académico dedicado a la docencia y mi buen amigo, el director Montxo Armendáriz, realizaba el prólogo dedicado al cine. Iba a quedar redondo. Me puse a la tarea en mi ordenador. Inicié una primera redacción y… no quedaba satisfecho. Inicié una segunda y… me parecía de escasa entidad. La tercera se torcía… Así que estaba en cuatro prólogos y un estado de ánimo de perros. Parecía un guión de serie negra: “el cuarto prólogo”, cuando en realidad era el tercer hombre-prologuista, parafraseando al gran Orson Wells. No podría ni demostrar mi zozobra, pues los deshechos iban a una papelera virtual, lejos de aquellos papeles arrugados que rodeaban con sutil maestría un cesto denominado papelera. Javier ha realizado una labor de buen picador, parecido a los de las minas de su querido Barruelo de Santullán natal. Tránsito de búsqueda de (in)satisfacciones intelectuales en la gran ciudad salmantina, castellana, que hechiza la voluntad de volver a ella a quien de su morada ha gustado, como dijera el Maese Cabra, tal y como reza en una placa a la entrada a la Universidad por la plaza de Fonseca. De los duros abrojos castellanos rindió formación pediátrica en el Hospital Infantil La Paz de Madrid en un tiempo en que ya no estaba el profesor Enrique Jaso. Javier, hubieras gozado de su inteligente exigencia, ornada con singular cultura del Románico. Sí, Javier, del Románico amado de nuestra tierra palentina que actualizasen dos grandes amigos: Fontaneda y Peridis. Otra coincidencia más en trayectos peculiares por esas tierras en las que deambulamos. Ahora en el Levante productivo y claro, regado de ese Mediterráneo inmenso que cantan poetas por doquier de ahora y de otrora, de antaño y de hogaño. Allí en esa rivera del mar azul y templado posiblemente (re)surge una afición, cocinada en Prólogo Desde el punto de vista de la docencia “ Silencio… claqueta… acción “

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