CINE Y PEDIATRIA 4
publicado: sábado 12 de enero de 2013 36 Cine y Pediatría [157] permite mirar los años de la dictadura sin culpas ni temores. Porque en el fondo, Juan/Ernesto vive rodeado de amor: del amor a sus padres, a su hermana, a su tío, a su compañera de clase y primer amor María… A lo largo de los últimos 15 años, el cine argentino ha expuesto historias interesantes sobre la última Dictadura cívico militar de 1976-1983 , desde la impactante Garage Olimpo (Marco Bechis, 1999), la experimental Los rubios (Albertina Carri, 2003), la intrigante Crónica de una fuga (Adrián Caetano, 2005) o la lúcida Cordero de Dios (Lucía Cedrón, 2008). Y no es la primera vez que el cine argentino pone a un niño como espectador de lujo ante este momento histórico de Argentina: y a todos nos viene a la memoria Kamchatka (Marcelo Piñeyro, 2001). Kamchatka es una película hispano-argentina que narra la visión de Harry ( Matías del Pozo ), ese niño de diez años que acompaña a sus padres (Ricardo Darín y Cecilia Roth) y a su hermano El Enano a una finca de las afueras de la ciudad, para iniciar una nueva vida, cuando en realidad huyen de la persecución de la reciente dictadura militar. Los padres envuelven la nueva vida de los niños en una atmósfera especial que en algún momento alguien podrá comparar con La vida es bella (Roberto Beningni, 1997 [Cine y Pediatría 119]), si bien el holocausto judío es planteado al niño como un juego y en Kamchatka la dictadura militar planea con ciertas dosis de horror en la vida y mente de los niños. Harry piensa al principio que lo importante es la evasión (con esa propuesta sigue los pasos de la vida de Houdini, a través de un libro), aunque finalmente llegará a la conclusión de que la huida no es la solución al problema.
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