CINE Y PEDIATRIA 4
publicado: sábado 9 de febrero de 2013 52 Cine y Pediatría [161] abandonó hace tiempo. Y sobrevive junto a una pequeña comunidad que desafía los peligros de la naturaleza, aprendiendo a amar y convivir con la naturaleza más extrema, una naturaleza que despliega a veces toda su furia y anega sus casas, sus posesiones y su vida. Una comunidad que transpira un ambiente de celebración entre sus gentes, que priorizan la alegría y la fiesta ante las dificultades. Como dice Hushpuppy, “cada cosa tiene un lugar en el universo y debe permanecer ahí para mantener el equilibrio” . Y ella lo logra con creces, pues nuestra pequeña heroína posee el coraje y la voluntad de enfrentarse a sus miedos, de vencer a la realidad y a los uros prehistóricos que surgen del pantano de sus pesadillas apocalípticas. En Bestias del sur salvaje hay vida, una vida con luces y sombras, con heroicidad y poesía. El recurso de la voz en off responde a la imaginación de Hushpuppy, a todo lo que pasa por su cabeza sin orden ni concierto. Y, todo ello, reforzado gracias una impactante banda sonora compuesta por el propio realizador, que se siente como un músico filmando ante una de las mejores bandas sonoras originales del año. Una abrumadora fábula envuelta en una magnética fusión entre la naturaleza y la fantasía dan pie a una salvaje obra de arte capaz de trasladarnos hacia una inaudita belleza, no apta para todos los gustos. Una película que combina historias reales de los habitantes de la zona, algunos de los cuales aparecen como actores y que vivieron las experiencias con el Katrina, con la propia imaginación del director. Una película que intenta enseñar, a través de la mirada de una niña, que es posible amar nuestro entorno , sentir inspiración a nuestro alrededor y ver magia y sabiduría en cada elemento que nos rodea. Hushpuppy ve luz en un lugar oscuro; y la suciedad y caos que le rodea es parte de “su” naturaleza y a ella le resulta maravilloso y glorioso. Una enseñanza para todos. Bestias del sur salvaje presenta algo del espíritu de la serie de televisión “Treme”, crónica de la vida de varias personas de Nueva Orleáns afectadas por el paso del huracán Katrina en agosto del 2005, pero también la fantasía de la película Donde viven los monstruos (Spike Jonze, 2009). Y a su joven director se le ha comenzado a comparar como un híbrido entre Terrence Malick y Werner Herzog. Sea como sea, una película inclasificable al que le espera un buen
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