CINE Y PEDIATRIA 4

publicado: sábado 13 de abril de 2013 Cine y Pediatría [170] •  Su madre, Helena (Mercedes Morán, ya vista en  La ciénaga ), trabajadora del hotel donde vive con su hija Amalia. Divorciada hace años, pero que sigue sin tolerar que su exmarido haya tenido mellizos. Uno de los doctores que asisten al congreso de otorrinolaringología que se desarrolla en el hotel, el doctor Jano (Carlos Belloso), caballero silencioso y formal, pero intrigante. Con el transcurso de los días, apreciamos un acercamiento entre el doctor Jano y Helena. Pero un roce de cuerpos y un cruce de miradas provocan también la conexión entre él y Amalia. Y la niña-adolescente lo busca, lo persigue, lo mira e intenta ayudarle, e intentar salvar su alma; porque cuando  nuestra protagonista atraviesa ese momento iniciático de la adolescencia femenina , tiene una revelación religiosa: su misión como cristiana es salvar del pecado al hombre que le ha descubierto su propia sexualidad a partir de un encuentro procaz, librar del pecado a ese hombre que está seduciendo a su madre.  No es casual que el protagonista masculino se llame Jano: el dios de dos caras que mira hacia lados opuestos, en referencia al tema del bien y el mal, el pecado y la salvación, como así también al erotismo y el misticismo. La película comienza con una imagen de pureza absoluta: una catequista joven y virginal entona un cántico religioso en una escena de una belleza sobrecogedora, mientras sus alumnas murmuran acerca del comportamiento sexual de su maestra. Esa dialéctica (y también esa ambigüedad) entre misticismo y erotismo

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