CINE Y PEDIATRIA 5
146 publicado: sábado 12 de julio de 2014 Cine y Pediatría [235] “L a adolescencia es el lugar en el que empecé a contar historias y creo que vuelvo a él de la misma manera que John Ford volvía siempre al oeste americano. Puede que él fuese un cowboy de corazón o simplemente que, en ese tiempo y lugar, encontró los elementos necesarios para contar sus historias: el ganado, los cowboys , las peleas… Para mí, la adolescencia es el lugar en el que puedo contar mis historias” . Estas declaraciones pertenecen a uno de los directores por excelencia de la escena alternativa de los noventa y del que ya hablamos la semana pasada con Mi Idaho privado [Cine y Pediatría 234]: Gus Van Sant. Porque Gus van Sant ha tenido dos épocas doradas y épocas controvertidas. La primera época dorada se concentra en Mala noche (1985), Drugstore cowboy (1989) y en Mi Idaho privado (1991). La segunda época dorada se aglutina alrededor de las populares El indomable Will Hunting (1997) y Elephant (2003), de la que ya hemos hablado también en esta serie [Cine y Pediatría 67]. Entre medias películas controvertidas del tipo de Ellas también se deprimen (1993), Psycho (1998) o Gerry (2002). Pero en muchas de ellas la adolescencia ha sido protagonista. En concreto, adolescentes varones casi virginales y con tendencia a la introversión, que buscan su espacio y su lugar en el mundo. Recordamos alguno de estos títulos que nos trasladan al mundo de la adolescencia (y a entender parte de esta) según Van Sant. Mi Idaho privado (1991) inició esta indagación de la adolescencia, esa peculiar road movie en busca de la identidad (personal, sexual y familiar) de dos adolescentes, Mike y Scott. Y lo hace con una bella y poética película, en ese viaje casi metafísico que sufren sus personajes. El indomable Will Hunting (1997) fue el mayor éxito de Gus Van Sant, quien por primera vez triunfaba no solo en los circuitos alternativos. La adolescencia según Gus Van Sant
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