CINE Y PEDIATRIA 5
154 publicado: sábado 19 de julio de 2014 Cine y Pediatría [236] emocional de un niño prodigio empieza bien, pero es posible que no logre que el final sea un final que nos lleve al buen destino que deseamos y esperábamos de una obra que quisiera tener puntos en común con Amélie . Pero he aquí su presentación: “En la familia Spivet todos somos peculiares a nuestra manera. Mi padre tiene el alma y la mentalidad de un vaquero. Y mi madre se tiene por una gran naturalista. Cómo se enamoraron es un misterio, son como el día y la noche. Yo, T. S., soy un niño prodigio de espíritu científico. Mañana me voy a Washington D. C.”. T. S. es un niño brillante, superdotado, talentoso, de alto rendimiento, de altas capacidades…, un niño prodigio: pero la reflexión que cabe considerar es si eso puede ser una suerte o un inconveniente , tanto para la familia como, sobre todo, para el individuo. La Sociedad Española para el Estudio de la Superdotación dispone de unos cuestionarios para ayudar al diagnóstico según la edad del niño a distintas edades. Las características comunes de estos niños prodigio son: tienen un alto nivel de expresión y comprensión verbal; emplean un amplio vocabulario muy rico en terminología; tienen facilidad para relacionar conceptos y seguir instrucciones complejas; aprenden a leer de forma precoz y, en muchos casos, sin ayuda; sorprenden por su capacidad para resolver problemas por caminos diferentes a los habituales; son creativos e imaginativos y les divierten los juegos complicados; son muy observadores y perceptivos y se orientan con mucha facilidad; son muy perfeccionistas y críticos consigo mismos y con los demás; tienen una gran capacidad de concentración y son muy perseverantes cuando realizan algo; son muy sensibles y necesitan apoyo emocional; se caracterizan por su gran sentido del humor; se interesan por temas y cuestiones que hacen referencia al sentido de la vida y la muerte, el bien y el mal, la justicia y la injusticia;
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