CINE Y PEDIATRIA 5

170 publicado: sábado 16 de agosto de 2014 Cine y Pediatría [240] Randall Wallace , guionista nominado al Oscar por Braveheart (1995) y director de películas como El hombre de la máscara de hierro (1998) o Cuando éramos soldados (2002), se convierte en el encargado de un difícil cometido: trasladar en formato de película este drama conmovedor y algo edulcorado sobre la existencia en el más allá (dentro de las creencias de la fe cristiana) y la película se ha venido a llamar El cielo es real (2004). La película comienza con dos imágenes, dos localizaciones y dos frases: “Lituania, en la actualidad” y “Nebraska, en la actualidad”. En la primera escena una niña lituana pinta, con trazos muy seguros sobre un lienzo, un rostro del que solo vemos unos ojos de color verde y poco más (el retrato, terminado al final de la película, nos explicará algo más). En la segunda escena, ya en Nebraska, inicia el relato que nos atañe, en donde se nos presenta a la familia Burpo: el padre, Tod (Gred Kinner, también padre en una película emblemática como Pequeña Miss Sunshine [Cine y Pediatría 73]), la madre, Sonja (Kelly Reilly), la hermana mayor y el pequeño Colton (Connor Corum, el niño rubio y de ojos azules que buscaban los productores). Porque El cielo es real nos acerca a esa América profunda de un pequeño pueblo agrícola de Nebraska llamado Imperial, de apenas 2000 habitantes, donde se viven ciertas normas y valores, entre ellos la religión. Pero la aparente normalidad del pueblo y sus personajes nos aproxima más al idílico mundo de Qué bello es vivir (Frank Capra, 1946 [Cine y Pediatría 51]) o Campo de sueños (Phil Alden Robinson, 1989) que a otras propuestas más comprometidas como Las uvas de la ira (John Ford, 1940) o Nebraska (Alexander Payne, 2013). Ahora bien, Randall Wallace no es Frank Capra, Phil Alden Robinson, John Ford o Alexander Payne, por lo que algunos

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