CINE Y PEDIATRIA 5

186 publicado: sábado 13 de septiembre de 2014 Cine y Pediatría [244] U na granja, un hombre dando vueltas alrededor de un cerdo y tres niños pequeños próximos. Así comienza esta película y comienza con el rito de la matanza de un cerdo, sin concesiones a la galería y con los cinco sentidos: la vista de la sangre brotando a chorro del cuello, el ruido ensordecedor del animal, el olor de la piel chamuscada por el fuego, el gusto de ser testigos de algo impropio de esa edad en otro contexto y el tacto de sentirlo todo en primera fila. Y entre esos tres niños se encuentra Nana, quien, con cuatro años, es espectadora directa del rito de la matanza de un cerdo en un pueblo, algo que yo viví a su misma edad y no olvido. Seis intensos minutos de la película Nana , opera prima de la francesa Valérie Massadian (2011), que parece todo un homenaje a un comienzo similar de película en El vídeo de Benny , mordaz obra del austriaco Michael Haneke (1992), un autor siempre polémico que no busca la adhesión emotiva, sino la adhesión cerebral. Pero mientras la obra de Haneke lleva a su adolescente protagonista a la violencia, la obra de Massadian nos presenta una mirada desnuda y sin artificios de una pequeña caperucita que vive en el bosque con una madre distante y que nos plantea un lenguaje de infante manteniendo el pulso de la vida de un adulto. “ Nana ”, la mir da más simple de la infancia

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