CINE Y PEDIATRIA 5
cine y pediatría 5 19 D espués de tanto avance tecnológico, el cine, gracias a Dios, no ha perdido su magia. Yo siempre digo que es la gran sesión de hipnosis. Siempre y cuando la película sea buena, estás a oscuras, inmerso en la gran pantalla durante un mínimo de hora y media. En ese silencio interno, sin comunicación con nadie mientras disfrutas de una historia contada con imágenes y música, estás recibiendo un mensaje que, si es potente y hábil, te llegará directo al corazón. Por este motivo yo hago cine; tengo en mi mano, siempre que lo haga bien, el poder transformar el alma de una persona para brindarle un momento de esperanza, de alegría, de volver a ser un niño.
Maktub , mi primera película, contaba la historia de un chico con cáncer que yo conocí. Antonio era un adolescente canario con desparpajo que luchaba por su vida. Maktub es un cuento de Navidad, la historia de un hombre que lo tenía todo, pero no apreciaba nada. Tuve que contar la dura realidad: que después de la muerte de un chico inocente, subsiste la esperanza; algo nada fácil, pero me atrevo a decir que conseguí el objetivo, además de plasmar la gran diferencia entre estar vivo o vivir la vida. Maktub llegó al corazón de aquellos que la vieron, derrumbé muros cotidianos que todos tenemos y conseguí ver lágrimas que alimentaban el alma. Aunque por poco tiempo, creo que “torcí” para bien la existencia de un ser humano, brindándole un aliciente de esperanza con un cuento. ¡Qué lujo! Esto es el poder del cine. La gente joven es muy difícil de convencer; viven en un tren que va muy rápido y salirse del rail es inusual. Hoy en día donde, además, la lectura está al final de la cola, no hay mejor forma de explicar e inspirar que con el cine. Inusualmente, con Maktub , son los adultos los que se quedan más impactados. Varias veces la han emitido en todos los AVE de España durante la época de las navidades y yo he coincidido a menudo en esos trayectos. Silenciosamente, me pasaba las dos horas paseando por el tren durante su emisión. Veía a ejecutivos escondiendo sus lágrimas, avergonzados de sus sentimientos. En cambio, los niños sonreían, reían, y recibían el mensaje con los brazos abiertos. Aún no están programados por la complejidad de la vida y, sin embargo, a ellos la historia les brindaba una oportunidad para ver la vida mejor. En mi segunda película me propuse atrapar todo lo que vi que había funcionado en Maktub , y me lancé a hacer algo en Estados Unidos, ya que el “ La magia del cine para transformar la juventud “ Prólogo Desde el punto de vista del cine
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