CINE Y PEDIATRIA 5
cine y pediatría 5 217 Wiest), quien también perdió un hijo, el hermano de Becca, le contesta: “No. Creo que no. Al menos en mi caso, y ya han pasado 11 años. Pero cambia… Creo que pesa menos. Hasta puede ser soportable, puedes aprender a vivir con el dolor y llevarlo contigo como un ladrillo en el bolsillo. Y hasta te olvidas, a veces. Pero siempre vuelve a aparecer por cualquier motivo… Puede ser horrible, pero no siempre. Es lo que te queda en lugar de tu hijo. Por eso va siempre contigo. No desaparece. Y eso está… bien, en realidad”. • Y la escena final, con la mirada de ambos padres al vacío y las manos que se buscan para entrelazarse… Porque a medida que se desarrollan los trágicos acontecimientos y sus vidas cobran nuevos significados, deben encontrar un punto en común que les permita seguir juntos. Como se ha preguntado algún crítico cinematográfico, ¿por qué es bueno entrar en la “madriguera” de esta obra? • Porque es una lección de interpretación, guión y dirección. No solo por las interpretaciones de Nicole Kidman y Aaron Eckhart, sino todo el elenco de actores, una lección de cómo transformar el cine en un teatro (y al revés), sino también porque el guión corre a cargo del propio autor de la obra teatral, David Linsday-Abaire. Pero también porque su director, John Cameron Mitchell , este director que se ganó un hueco en el cine independiente norteamericano (gracias a Hedwig and the angry inch en el año 2001, un musical sobre un transexual cantante de rock, y a la escandalosa Shortbus en el año 2006, una
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