CINE Y PEDIATRIA 5

238 publicado: sábado 6 de diciembre de 2014 Cine y Pediatría [256] Y a conocemos y reconocemos que el británico Stephen Daldry tiene afinidad de rodar con niños y alrededor de historias de la infancia . Lo hizo en lo que fue su debut como director, Billy Elliot (2000), un gran éxito mundial, y también con El lector (2008) o con Tan fuerte, tan cerca (2011). Por eso, por derecho propio, este director ya forma parte de la nómina de los “grandes” en Cine y Pediatría : y así, con Billy Elliot [Cine y Pediatría 106] fuimos testigos de un alegato contra los prejuicios y tópicos al ritmo de los deseos por el baile clásico; y con Tan fuerte, tan cerca [Cine y Pediatría 116] rememoramos la tragedia del 11-S a través de los ojos de un niño, un niño con las capacidades especiales de una persona con trastorno del espectro autista. Y ahora, en el año 2014, nos conmueve con Trash, ladrones de esperanza , al narrarnos una historia sobre la corrupción y la pobreza de los niños en Brasil. Y al ver Trash uno no puede por menos que recordar dos fábulas sobre infancias desfavorecidas, verdaderos regalos que nos ha dejado el séptimo arte: Slumdog Millionaire (Danny Boyle, 2009 [Cine y Pediatría 16]) y Ciudad de Dios (Fernando Meirelles, 2002 [Cine y Pediatría 37]). Slumdog “Trash”, la basura de la corrupción y la pobreza infantil

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