CINE Y PEDIATRIA 5

34 publicado: sábado 4 de enero de 2014 Cine y Pediatría [208] L a infancia y la familia suelen estar presentes en el cine de Hirokazu Kore-eda , cineasta peculiar para la observación del detalle y para extraer grandes interpretaciones verosímiles de los niños de sus películas. Y para ello disfraza la complejidad de sencillez, y se mueve con soltura entre el naturalismo y cierto aliento poético. Y así se nos presenta Kore-eda como el François Truffaut del cine oriental, como ha demostrado en sus obras anteriores (en el año 2004 en la descarnada Nadie sabe , en el año 2008 en la familiar Still walking/Caminando , o en el año 2011 en la fábula ya comentada de Kiseki/Milagro [Cine y Pediatría 134]), pero es ahora, en el año 2013, con De tal padre, tal hijo , cuando nos presenta su más emotiva película, con dudas y reflexiones sobre el afecto y la vida familiar en general. Porque De tal padre, tal hijo plantea el dilema de si la verdadera paternidad es biológica o de quien la ejerce, dado que el amor verdadero surge de las relaciones diarias. Una nueva lección del cine japonés sobre los “ De tal padre , tal hijo” , ¿ genética o educación ?

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