CINE Y PEDIATRIA 5
52 publicado: sábado 1 de febrero de 2014 Cine y Pediatría [212] su hermano David (Alberto Ammann) y para su mujer Lana (Marta Etura), que ha rehecho su vida tras la marcha de Álex. Una ciudad del futuro donde se instala Álex en una casa junto a un robot androide de compañía ( Gris , el gato robótico) y junto a un robot de servicio (el criado Max, siempre magnífico Lluis Homar y que en su papel recuerda a Robin Williams, a Jude Law y a C3PO juntos). Lo sorprendente de la película es la relación especial que nacerá entre él y Eva (Claudia Vega, en un sorprende debut, y ya toda una promesa seleccionada entre más de 3000 candidatas), la increíble hija de Lana y David. Una niña especial, magnética, con la que emprenderá un viaje que le precipitará a un final revelador. Porque “no importa tanto si los robots sienten o no, lo que importa realmente es lo que te hace sentir”. Lo importante de la película es el posible desarrollo de un modelo de inteligencia artificial muy parecido al que Spielberg ya nos mostró en AI: Inteligencia Artificial y se basa en la creación de un “niño robot” y poder otorgarle la capacidad de ser un “niño real”. Aquí es donde aparece el personaje de la niña Eva, llena de vida, emociones y sentimientos. Otro acierto es la localización, con unos paisajes nevados (paisajes procedentes de la fría estepa suiza de Chaux-de-Fonds y también de nuestra oscense Panticosa), y también la música que ambienta la película. Imprescindible la secuencia con el “Space Oddity” de David Bowie, una de las pocas escenas en la cual los personajes si transmiten una cierta tensión entre ellos. Al igual que el “Space Oddity” ( oddity significa “rareza, original”) de David Bowie resuena en una secuencia imprescindible de la cinta, Eva es de una “rareza original” dentro del cine de sci-fi (ciencia ficción) español, que bien merece ser vista si eres de uno
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