CINE Y PEDIATRIA 6

154 publicado: sábado 04 de julio de 2015 Cine y Pediatría [286] Toda esta vida y estas vivencias se las cuenta Zezé a Minguinho, esa planta de naranja lima que, en su imaginación, se transforma en un ser fantástico que puede imitar a varios personajes, que puede hablar, y que puede incluso transformarse en pony y cabalgar. Cabalgar para huir con la imaginación de las palizas físicas a las que en ocasiones le somete su padre y que hace que, cuando Manuel descubre los signos físicos de ese maltrato en la piel del niño, sienta una profunda tristeza y redoble su cariño hacia ese niño, a quien le deja hacer el “murciélago” en su coche, el más bonito del barrio, y con ello consigue un gran triunfo antes sus amigos. Y ese es el valor de la amistad salvadora, el valor de los amigos reales e imaginarios , para compensar retazos no deseados de nuestra infancia. El valor de la amista en la etapa de la niñez y el valor de las frases con sentido y sensibilidad que nos regala esta historia: “Mi mamá me ha enseñado que debemos compartir nuestra pobreza con quien es aún más pobre”. “El sueño hace que todo se olvide”. “Ahora que había descubierto lo que era la ternura, lo ponía en todo lo que me gustaba”. “No espero nada. Así no me decepciono”. “Te hice morir naciendo en mi corazón”. “La vida sin ternura no vale gran cosa”. Una historia exquisita con una música exquisita , que nos acompaña en la triste realidad y los sueños de Zezé, y lo hace como un leitmotiv . Música de Armand Amar , el músico que fusiona, por antonomasia, las grandes culturas del Mediterráneo. Porque él nació en Jerusalén, vivió su infancia en Marruecos y vive

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