CINE Y PEDIATRIA 6

58 publicado: sábado 7 de febrero de 2015 Cine y Pediatría [265] de Argentina. Un recorrido de una hora y media que les permite tener grandes experiencias, incluida la de poner las cintas a Gauchito Gil, todo un símbolo de devoción en ese país. • Samuel tiene 13 años y vive en India, en la bahía de Bengala. Debido a su discapacidad, no puede andar y los cuatro kilómetros que separan su casa de la escuela debe hacerlos en silla de ruedas. Sus dos hermanos menores lo ayudan durante más de una hora de recorrido, empujando su especial silla de ruedas a través de caminos de arena, ríos y otros obstáculos. Emocionante la acogida del resto de compañeros del colegio cuando ven llegar a Samuel, un acto de amor a un niño con parálisis cerebral infantil con integridad de sus facultades intelectuales. Camino a la escuela es una película que rebosa optimismo y esperanza en un futuro, a través de cuatro hazañas épicas por la conquista del saber entre paisajes de gran belleza, donde para Jackson, Zahira, Carlos y Samuel todo es posible con coraje, predeterminación y esfuerzo. Porque en el mundo hay demasiados niños y niñas no escolarizados o que reciben una educación intermitente o deficiente. Cada uno de estos niños y niñas tiene un sueño que quizás no se cumpla nunca y un potencial que quizás jamás se desarrolle. Garantizando que todos los niños y niñas tienen acceso a una educación de calidad sentamos los cimientos para el desarrollo, la transformación, la innovación, la oportunidad y la igualdad. Y para ello Pascal Plisson se apoya en una exposición directa y franca , sin comentarios añadidos, sustentado en la elocuencia de la sencillez , sin subrayados: las imágenes hablan por sí solas y los sentimientos recorren ese camino que va de nuestro cerebro a nuestro corazón. Pura poesía y pura enseñanza de vida en sus caminos a la escuela , una enseñanza para todos con esta verdadera aventura humana, pero quizás especialmente para esos hijos y esa infancia y juventud del llamado Primer Mundo, infancia privilegiada que teniéndolo todo, llega a agradecer tan poco. Y solo al final es cuando cada uno de los pequeños expone a la cámara las razones por las que desean estudiar: Zahira y Samuel quieren ser médicos, Carlos elige ser veterinario y Jackson prefiere ser piloto de líneas aéreas y volar alrededor del mundo. Porque para estos niños, la escuela no es una tarea, es una

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