CINE Y PEDIATRIA 6

66 publicado: sábado 21 de febrero de 2015 Cine y Pediatría [267] de un dibujo, si bien en Magical Girl parece que es más importante la parte de atrás de la cuartilla, porque no es tanto lo que se ve como lo que se esconde. Y ya lo advierten: en esta película el espectador se juega los ojos… y su mente. No es fácil encuadrar a Vermut como cineasta . Autor poseedor de un mundo propio tan hermético como absorbente, se puede jugar a intentar mezclar la perversión de Luis Buñuel, la inquietante infancia de Juanma Bajo Ulloa [Cine y Pediatría 31], el costumbrismo vintage de Pedro Almodóvar, o la violencia soterrada del primer Carlos Saura, pero todo parece indicar que esta película es algo diferente. Un comienzo con un tour de force entre un profesor y una alumna. Un fundido en negro y una niña bailando frente al espejo del armario de su habitación una canción japonesa claramente al más puro estilo manga…; entonces la niña se desvanece. Y desde ese momento comienza el puzle que debemos construir, dividido en tres partes: Mundo, Demonio y Carne. En Mundo la protagonista principal es Alicia (Lucía Pollán) y su padre Luis (Luis Bermejo). Porque Alicia es esa adolescente de 12 años que se desvanece, que vive sola con su padre, profesor en paro. Ingresa en el hospital e intuimos lo peor por la información lejana que la doctora confiesa al padre. Al regresar a casa la niña y el padre tienen una conversación épica en la comida y ella le dice: “¿Puedo fumarme un cigarro?…” , “¿Puedo pedirte otra cosa? Me gustaría tomarme un gin tonic” . Poco después, el padre abre “El libro de los deseos” de Alicia y lee: “Deseo 1, convertirme en quien yo quiera. Deseo 2, el vestido de Magical Girl Yukiko. Deseo 3, cumplir 13 años” .

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