CINE Y PEDIATRIA 6

68 publicado: sábado 21 de febrero de 2015 Cine y Pediatría [267] integrarse en la sociedad tras salir de prisión. Un profesor retirado de todo menos de su tormentoso pasado y el reencuentro con Bárbara. Y es aquí donde confluyen las vías argumentales y donde los cuatro personajes-enigma (Alicia, Luis, Bárbara y Damián), dos parejas de padre e hija, fluyen en dos laberintos vitales destinados a encontrarse en una tormenta perfecta de terrores psicológicos y pesadillas incurables . Porque Carlos Vermut planea sobre el horror cotidiano sublimando con un cruce eléctrico entre cómic y cine, entre los historietistas Daniel Clowes de “Ghost World” (llevada al cine por Terry Zwigoff en 2001 [Cine y Pediatría 174] y los cómics de terror de Charles Burns, con tintes del mejor cine del estadounidense David Lynch (recordar El hombre elefante [Cine y Pediatría 85]), del austriaco Michael Haneke (recordar La cinta blanca [Cine y Pediatría 7]) o del griego Yorgos Lanthimos (recordar Canino [Cine y Pediatría 48]). Y todo ello para conseguir salir de la película tan asombrado como desencajado, con esa sensación de las obras maestras no comprendidas (el caso de El árbol de la vida de Terrence Malick es paradigmático [Cine y Pediatría 91]). Es lo que tienen las películas que son diferentes y aspiran a cambiar nuestro mundo o, al menos, la comodidad del cine comercial. Y a fe cierta que Magical Girl lo

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