CINE Y PEDIATRIA 7

112 publicado: sábado 9 de abril de 2016 Cine y Pediatría [326] T ras más de quinientas películas comentadas en Cine y Pediatría durante estos seis años de recorrido, estamos en condiciones de decir que la cinematografía francesa no solo ocupa un lugar destacado en el séptimo arte, sino también un lugar muy destacado alrededor de la infancia y adolescencia , y con epicentro en la educación. Desde la particular visión de la infancia de un maestro como François Truffaut, con películas tan emblemáticas e influyentes como Los cuatrocientos golpes (1959 [Cine y Pediatría 80]), El pequeño salvaje (1969 [Cine y Pediatría 82]) o La piel dura (1976 [Cine y Pediatría 81]), hasta La familia Bélier (Eric Lartigeau, 2014 [Cine y Pediatría 281]), pasando por decenas de grandes películas como las realizadas por Bertrand Tavernier ( Hoy empieza todo , 1999 [Cine y Pediatría 62] o La pequeña Lola , 2004 [Cine y Pediatría 13]) o la recordada Los chicos del coro (Christophe Barratier, 2004 [Cine y Pediatría 259]). Y hoy viene a nuestro blog una película inequívocamente truffautaniana, un golpe más a los 400 golpes fundacionales, prólogo a pequeños salvajes y a pieles duras, pero también “ LA CABEZA ALTA ” Con ... pese a todo y a todos

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