CINE Y PEDIATRIA 7

cine y pediatría 7 121 Vale aquí la pena recordar la figura de Alberto Muñiz Sánchez, conocido como Tío Alberto, un leonés que tras terminar la carrera de arquitectura se une como colaborador a la Ciudad Rodante Circo Los Muchachos con su gran espectáculo circense del Mensaje Musical contra la Injusticia, y allí fue arquitecto, pero también director técnico y artístico. En 1970 empezó a levantar en Leganés (Madrid) la Ciudad Escuela de los Muchachos (CEMU), una ciudad a escala de niños, concebida, sobre todo, para la infancia y juventud problemática y por la que han pasado más de 3000 niños, pues ellos han sido la referencia de este centro, de reconocido prestigio nacional e internacional. Por ello, no es difícil entender la dedicatoria final de Volando voy : “Esta película está dedicada al CEMU, al Tío Alberto y a nuestros padres” . Y todo ello con una banda sonora repleta de música española de la época, con temas emblemáticos de Kiko Veneno, Triana y El Bicho. Cómo salvar a un hijo que ha perdido el rumbo es un problema que sigue (y seguirá) vigente. Y confirmar como allí donde no llega la familia, pueden ser importantes las instituciones. La semana pasada lo vimos con La cabeza alta (Emmanuelle Bercot, 2015 [Cine y Pediatría 326]) y una jueza de menores, hoy lo vemos con Volando voy y una institución para jóvenes como el CEMU. Y ahí seguimos, buscando la mejor solución como sociedad… Y ahí seguimos, volando voy, volando vengo… Título original: Volando voy Año: 2006 Duración: 105 min Nacionalidad: España Género: Drama Director: Miguel Albadalejo

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