CINE Y PEDIATRIA 7

138 publicado: sábado 14 de mayo de 2016 Cine y Pediatría [331] Allí encontrará la figura de un director de música estricto y paternal, Mr. Carvelle (Dustin Hoffman), quien jugará un papel decisivo para encauzar el don natural de Stet hacia la música. Una relación que no será fácil, pero donde el tesón del profesor cambiará la vida de su alumno: “Tienes un don, pero no es suficiente… Es tu momento y lo estás desaprovechando” . Stet llegará a formar parte del Coro Nacional de Niños, pero no sin dificultad, por la rivalidad de Davon, la estrella del coro. La rivalidad de Stet y Davon es patente entre el propio profesorado: “Stet es instintivo, Devon es analítico” . Un momento muy especial es la preparación del “Hallelujah” de Haendel, cuando la directora dice en el Consejo Escolar: “Vais a coger esa partitura tan sagrada y divina de Haendel y vais a hacer maravillas con ella. Quiero ver ángeles descendiendo del cielo en la misma catedral. Quiero que la gente llore. ¡Quiero que tú y tus chicos hagáis añicos las vidrieras del templo!” . Finalmente pasa el tiempo y a Stet le cambia la voz, a lo que Mr. Carvelle le dice: “Nunca volverás a cantar como antes. Esa voz, ese sonido no eran tuyos para siempre. Te los han prestado un tiempo y ahora se han ido a otra parte” . Y su carta final de recomendación: “A quien corresponda: Stet Tate es el mejor alumno que he tenido en mi vida” . Los coros de niños remontan sus raíces en las capillas de la Alta y la Baja Edad Media, pues hasta el siglo XIX las mujeres tenían prohibido cantar en las iglesias. Aún hoy en día los coros de niños continúan ligados a esa tradición de interpretar música sacra y, aunque ya se propagaron

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